Cumbre Iberoamericana debe “complementar, no competir”
9 de diciembre de 2014
La XXIV Cumbre Iberoamericana que se realiza en Veracruz, México, tuvo sus primeras actividades este lunes (08.12.2014) con los discursos inaugurales, aunque la ausencia de varios mandatarios de la región, como el venezolano Nicolás Maduro, la brasileña Dilma Rousseff y la argentina Cristina Fernández, parece restarle brillo a la reunión, que se organiza anualmente desde 1991.
El mensaje de apertura corrió por cuenta de la secretaria general iberoamericana (Segib), la costarricense Rebeca Grynspan, quien dijo que “este mundo no está hecho para andar solo, este mundo está hecho para andar acompañado”, haciendo un llamado a complementar en lugar de dividir. La autoridad afirmó que existe una enorme proliferación de instancias regionales, por lo que es importante buscar puntos en común, rescatando el perfil de cada bloque.
“Lo fundamental aquí es complementar y no competir”, afirmó. “El espacio iberoamericano debe orientarse a la construcción de una verdadera ciudadanía iberoamericana”. La cita de Veracruz culmina el proceso de renovación que comenzó en Cádiz en 2012 en un intento por salvar al foro de la irrelevancia en la que fue cayendo en los últimos años, precisamente debido a la importancia de otras alianzas regionales.
“Resultados tangibles”
En su repaso a las cumbres, que empezaron en 1991 en Guadalajara (México), la responsable de la Segib hizo hincapié en que desde entonces Latinoamérica ha cuadruplicado su Producto Interior Bruto, ha reducido en sesenta millones el número de pobres y ha expandido las clases medias. El presidente anfitrión, Enrique Peña Nieto, por su parte, manifestó su confianza de que la reunión dejará “resultados tangibles” que permitan avanzar por el camino del “desarrollo y la prosperidad”.
La reunión tiene a la cultura, la educación y la innovación como ejes centrales y, más allá de la previsión de que ponga en marcha un plan de movilidad académica iberoamericano parecido al Erasmus en Europa, se espera que sirva como relanzamiento de unas cumbres a las que cada vez les resulta más difícil competir con foros como Unasur o la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños). A partir de ahora la reunión dejará su anualidad para ser bianual. La próxima se celebrará en Colombia en 2016.
DZC (dpa, EFE)