Cumbre europea: se agota el optimismo
22 de junio de 2007"Lo que bien comienza, mal acaba". Tal podría ser la frase que marcaría una de las fechas más importantes en la vida política de la canciller Angela Merkel: el día decisivo en la cumbre del Consejo de Europa, con la que Alemania termina su presidencia del bloque comunitario.
"Una situación muy difícil"
Este viernes, el evento prosigue en Bruselas con una serie de encuentros bilaterales encabezados por la propia Merkel.
El día comenzó temprano y, parafraseando al presidente polaco Lech Kaczynski, en medio de "una situación muy difícil". Horas antes, Polonia había rechazado una primera propuesta del gobierno francés para definir el mecanismo de reparto de votos, y así avanzar en la adopción de una Constitución europea.
Gran Bretaña, por su parte, se aferraba a su propio modelo, que pretende imponer algunas limitaciones a las eventuales jurisdicciones europeas, en materia de seguridad, justicia y relaciones exteriores.
Al ruedo entró entonces España: si el Reino Unido insiste demasiado en su negativa, el país ibérico bloqueará la posible investidura de Tony Blair en un puesto que todavía no existe pero acerca del cual ya se negocia: el "presidente permanente" de la Unión Europea. Todo ello dio un vuelco por demás brusco al optimismo con el que había iniciado la cumbre.
Polonia: nuevas demandas
Así, a los diálogos de este viernes seguirá una comida de trabajo durante la cual se intentará de nuevo alcanzar un consenso. La posición del gobierno alemán es que "se hará todo lo que sea posible con tal de llegar a un acuerdo. El objetivo es lograr un balance adecuado entre las opiniones de la mayoría y los deseos de unos cuantos."
No será fácil. Lo primero que logra trascender de los encuentros matutinos es que el gobierno de Polonia, tras la propuesta de hacer votar a los muertos de la Segunda guerra Mundial, ahora insiste en que prevalezcan los mecanismos de votación contemplados en Niza en el año 2000. Ello daría a Polonia un peso específico similar al de Alemania dentro de la Unión Europea.
¿Cumbre hasta el sábado?
Sería, de confirmarse, una prolongación de la dureza que pretende demostrar el gobierno polaco, y que fue descrita así por el jefe de gobierno de la República Checa, Mirek Topolanek: "Las demandas polacas llenaron al auditorio de una atmósfera sombría. Está más que claro que Polonia no viene dispuesta a hacer ningún tipo de compromiso."
El ministro checo para Asuntos Europeos, Alexandr Vondra, incluso deslizó la posibilidad de que la cumbre se prolongue más de lo programado, y lo hizo de este modo: "Puse en mi maleta cuatro camisas. No descartaría que el sábado estuviéramos aún aquí sentados."
Por lo pronto, a la comida de mediodía seguirán más encuentros bilaterales. Y luego, el suspenso.