Cumbre del Clima: comprensión y frustración
22 de noviembre de 2013“Vamos”, “Salimos”, pone en las pancartas y camisetas de miembros de ONGs en la Conferencia del Clima que cierra este viernes (22.11.2013) en Polonia. Apostados en la cafetería, un grupo ha convocado a los medios para aclarar su abandono del estadio. “Si queremos lograr un objetivo ambicioso con el clima, no estamos conformes con lo que está pasando en esta conferencia”, dice Dorothea Epperlein, de la Asociación de Jóvenes por la Energía del Futuro: “Como la actitud del gobierno polaco, que desde aquí ha despedido a su ministro de Medio Ambiente, o los patrocinadores, o la sensación de que se trata de una cumbre sobre el carbón. Son cosas que juntas indican que la sociedad no puede seguir apoyando esto”.
Activistas abandonan, Thinktanks siguen
La misma opinión defiende Milan Dehne que, como miembro de la misma asociación que Dorothea, también ha decidido abandonar el edificio. Sin embargo, él también participa en la red de estudiantes “CliMates”, cuyos miembros han decidido permanecer en la conferencia. Más que activistas, ellos se consideran representantes del Thinktank y como tales prefieren no emprender la “huida”. “Comprendemos a que algunos abandonen la conferencia”, dice Mathilde Imer, vicepresidenta de CliMates: “Pero no participamos de acciones tan radicales”. “Estamos aquí para seguir las negociaciones y aunque no salgan bien, siempre será mejor permanecer que abandonar”, completa Alexis Metzger, estudiante de ciencias climáticas.
Alexis es francés igual que los fundadores de CliMates, una organización radicada en París con muchos grupos de trabajo que conforman una red internacional desde Argentina hasta Uganda con un objetivo común: ofrecer a jóvenes interesados por el clima la oportunidad de saber más sobre el tema y comprender mejor los procesos de negociaciones.
Frustración generalizada
A ellos también pertenece Laura. Originaria de Baviera, estudió ciencias políticas en París y allí conoció la organización. Como especialista en políticas medioambientales, le interesan las negociaciones sobre el clima y con CliMates, también las formas de detener el cambio climático. “Estoy convencida de que no podremos continuar viviendo como vivimos emitiendo tanto CO2”, dice Laura: “No podemos asesorar a países en desarrollo para que no evolucionen económicamente y para que las emisiones aumenten en los países industrializados".
Ella misma recurre al tren para trayectos entre europeos. También en su viaje a Varsovia, a su primera conferencia para seguir las negociaciones sobre los nuevos acuerdos globales sobre el clima que se firmarán en París en 2015. Con cierta frustración: “Se dijeron mucha cosas generales donde cada país contaba lo que hacía contra el cambio climático”, aclara Laura, “se subrayaron algunos puntos que estaban claros para todos”.
A pesar de las interminables negociaciones, para Laura y CliMates es una gran oportunidad para darlas a conocer a otros jóvenes. Allí mismo, organizan conferencias por Skype para que jóvenes de otros países planteen sus cuestiones. La noche anterior, cuenta Laura, tuvieron una conferencia con París. “El público nos preguntó cómo estamos y si tenemos la sensación de estar haciendo bulto para que los grandes puedan decir: los jóvenes también estuvieron”.
Pero Laura no cree que sólo esté haciendo bulto. “Que nadie crea que aquí se puede hablar cuando uno quiera”, aclara, “pero sí cumplimos con nuestra función de comunicar sus experiencias y conocimientos a otros jóvenes”.
La activista entiende la frustración generada entre los jóvenes por la lenta evolución de las negociaciones internacionales. Por una parte, asistiendo entiende por qué el progreso es tan lento. Pero por otra, también está frustrada: “En parte por la impaciencia juvenil, hay muchos que dicen que hay que ir más rápido, que ya no queda tanto tiempo”.