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Cumbre de la UE: la crisis en la mira

Christoph Hasselbach/ Cristina Papaleo27 de junio de 2013

Durante la Cumbre de la Unión Europea (UE), los jefes de Estado y de Gobierno quieren dar impulso a una iniciativa para combatir la desocupación juvenil. Pero en ese y en otros temas, la UE no logra ponerse de acuerdo.

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Imagen: picture-alliance/dpa

La crisis económica en la Unión Europea parece haberse aplacado, y nadie espera, en estos momentos, que un país se vea obligado a abandonar la unión monetaria. Sin embargo, la recesión en la eurozona no cede, y golpea con fuerza al mercado laboral, que registra 26 millones de desempleados, de los cuales más de seis millones son jóvenes.

Ante ese trasfondo, y de cara a la cumbre que comenzó este 27 de junio en Bruselas, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, hizo un urgente llamado a los jefes de Estado y de Gobierno: “Debemos crear medidas efectivas contra esta crisis social, aquí y ahora”. Y agregó que la UE necesita un “consenso europeo” que determine un camino de crecimiento, ocupación y competitividad. “Si no llegamos a un acuerdo, vamos a terminar divididos”.

¿La gota que colmó el vaso?

En concreto, se espera que de la cumbre surja una iniciativa, y desde el año próximo habrá seis mil millones de euros a disposición para las regiones alemanas más afectadas por la desocupación juvenil. Comparada con los cientos de miles de millones para el rescate de la banca europea, esa suma “es ínfima”, señala Martin Schulz, presidente del Parlamento Europeo. Un aspecto problemático del asunto es que esos seis mil millones de euros pertenecen al presupuesto plurianual de la UE para los próximos siete años (2014-2020). Y el último intento del presidente irlandés del Consejo Europeo de lograr un acuerdo entre el Consejo y el Parlamento acerca del presupuesto acaba de fracasar, una vez más.

España es uno de los países de la UE más golpeados por el desempleo.
España es uno de los países de la UE más golpeados por el desempleo.Imagen: REUTERS

Hannes Swoboda, presidente de la bancada socialista en el Parlamento Europeo exige “un presupuesto sensato; de lo contrario, la lucha contra el desempleo juvenil solo se quedará en palabras”. Otros, como el eurodiputado conservador británico Martin Callanan, creen que dichas medidas solo producirán “una carga impositiva más alta, más regulaciones, más Europa”, y serán, por tanto, ineficientes.

Acuerdo sobre “cascada de responsabilidades”

Otro de los temas en los que los Gobiernos de la UE no llegan a un consenso es la cuestión acerca de quién deberá pagar si un banco cae en bancarrota. Hasta ahora, la mayoría de las veces, el responsable era el Estado, y, por ende, los contribuyentes. Pero, además de que es socialmente injusto, casos como los de Irlanda y Chipre también demostraron que, al rescatar a los bancos, el Estado mismo puede caer en la insolvencia financiera. Para evitarlo, los ministros de Finanzas de la UE se pusieron de acuerdo acerca de una “cascada de responsabilidades”. Es decir: si se produjese un desequilibrio financiero, los primeros en responder serían los accionistas, los grandes acreedores y los clientes más pudientes. En última instancia se recurriría al Estado. Los países miembros de la eurozona, sin embargo, podrían no participar en el rescate si las pérdidas les trajeran consecuencias graves. De ellos depende si los bancos, en caso necesario, también recibirían dinero del fondo de rescate MEDE. De ese modo, el salvataje de la banca también es una cuestión de solidaridad europea.

Ministros de Finanzas de la UE: En la foto, Luis de Guindos y Michael Noonan.
Ministros de Finanzas de la UE: En la foto, Luis de Guindos y Michael Noonan.Imagen: Reuters

Sin embargo, las diferencias de opinión y las tensiones están siempre presentes en la Unión Europea. Rebecca Harms, copresidenta de la bancada de los Verdes en el Parlamento Europeo, piensa incluso que “la incapacidad de llegar a un consenso interno en cuanto a política financiera desemboca en una total falta de responsabilidad hacia fuera”. En Libia, y también en Siria, la UE fracasó estrepitosamente en su intento de formular una política exterior conjunta.

A pesar de todo, también hay claras señales de que la UE y su concepto de integración siguen siendo atractivos. El mejor ejemplo es el ingreso de Croacia como 28 miembro de la UE, el próximo 1º de julio, y eso no termina allí. Los jefes de Estado y de Gobierno quieren luz verde para iniciar las negociaciones con Serbia. El ministro alemán de Relaciones Exteriores, Guido Westerwelle, considera que eso es un reconocimiento de la normalización de las relaciones entre Serbia y Kosovo. “Ambos realmente se han esforzado en poner en marcha lo que se acordó a nivel político”, señaló. También la unión monetaria es bien vista por otros países europeos. A partir del 1º de enero, Letonia quiere adoptar el euro como moneda oficial, y esta cumbre certificará si el país cumple con las condiciones necesarias para hacerlo.

Croacia: miembro de la UE a partir del 1º de julio.
Croacia: miembro de la UE a partir del 1º de julio.Imagen: picture-alliance/dpa

Autor: Christoph Hasselbach/ Cristina Papaleo

Editora: Claudia Herrera Pahl