Cuba: crisis migratoria en la era del deshielo
16 de diciembre de 2015Fronteras cerradas al paso de inmigrantes, dramas humanitarios y falta de solidaridad de los países de la región… No estamos hablando de la crisis de refugiados en Europa, sino de la crisis migratoria que se vive en Centroamérica. Los paralelos se vienen a la mente, aunque las dimensiones son muy diferentes: cerca de 6.000 cubanos se encuentran aún varados en Costa Rica, desde que Nicaragua les cerrara el paso para continuar viaje hacia Estados Unidos. Más de un millar espera aún en la frontera panameña.
Futuro incierto
A la pregunta por las causas del actual éxodo de Cuba, la respuesta suele ser: el temor a que, en el marco del deshielo entre La Habana y Washington, se derogue próximamente la “Ley de Ajuste Cubano”, que facilita a los cubanos la permanencia en Estados Unidos. Una ley que es una piedra en el zapato del gobierno cubano y que, según el presidente Raúl Castro alienta la migración ilegal y pone en peligro a los migrantes.
También lo menciona como detonante Martin Hagenmaier, especialista en Cuba de Adveniat, la Acción Episcopal de la Iglesia Católica alemana, que acaba de regresar de la isla caribeña. Su diagnóstico de la situación: “Hay gente que se ha beneficiado (de las reformas), pero la gran mayoría está frustrada y escéptica. Hay una gran incertidumbre con respecto al futuro”. No obstante, subraya que los motivos del éxodo no son meramente económicos, sino también la falta de libertades en el país.
Hostigamiento de disidentes
En eso insisten también los emigrantes cubanos que han hablado con la prensa en Costa Rica y Panamá. Algo que considera muy plausible Horst Zaar, experto en Cuba de la sección alemana de Amnistía Internacional. Ante el acercamiento entre La Habana y Washington, “en realidad se podría esperar una mejora en la situación de derechos humanos, pero claramente ese no es el caso. Por el contrario, se ha vuelto más difícil”, indica. Y lo refrenda con cifras: “En noviembre de este año hubo en Cuba más de 1.400 detenciones con motivación política y en el curso de el 2015 hubo una gran ola de detenciones de disidentes y activistas de derechos humanos, lo cual lleva naturalmente a que gente abandone Cuba”.
En general se trata de detenciones transitorias. Pero la intimidación también se materializa en agresiones verbales o manifestaciones ante las casas de activistas de derechos civiles, dice el especialista de Amnistía Internacional. Piensa que, de seguir empeorando la situación en la materia, podría peligrar incluso el proceso de normalización de las relaciones cubano-estadounidenses. Y advierte que está por verse que ocurrirá cuando llegue un nuevo presidente a la Casa Blanca.
Situación estancada
La situación es tal que difícilmente el presidente Obama podría derogar la Ley de Ajuste, sin exponerse al reproche de no tomar en cuenta los problemas de derechos humanos cubanos. De momento, en todo caso, Washington no planea modificar su postura, según confirmó el embajador estadounidense en Cuba. Nicaragua, en tanto acusa a Costa Rica de “manipular” la crisis, precisamente con el objeto de legitimar las políticas migratorias de Washington.
Martin Hagemeier destaca el esfuerzo que está haciendo Costa Rica por dar un buen trato a los cubanos, pero hace notar que es un gran desafío para el país. Por eso, urge buscar solución a la crisis humanitaria. Considera necesario un “entendimiento directo” entre Estados Unidos y Cuba, y estima que lo más viable sería que Washington accediera a conceder ya una visa a los cubanos que esperan en Costa Rica y Panamá, para poner fin a su odisea.