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Cuando los pilotos se duermen...

Marco Müller / José Ospina-Valencia9 de julio de 2012

Aunque ocurre más frecuente de lo imaginado, los casos poco trascienden a los medios. Una corta siesta puede salvar cientos de vidas.

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Imagen: Fotolia/Marcito

“Lo que puede parecer una broma, es más bien una historia real de horror“, dice Philip von Schöppenthau, secretario general de la Asociación Europea de Pilotos (ECA). Schöppenthau le cuenta a Deutsche Welle que, una vez, un piloto de una aerolínea escandinava que fue al baño, casi no pudo volver a entrar a la cabina porque el piloto que quedó reemplazándolo al control del avión se había dormido. Ningún caso aislado, por infortunio. Encuestas en Escandinavia revelan que entre un 50 y un 55 por ciento de los pilotos se han dormido en la cabina sin que lo hayan advertido a sus colegas.

Demasiado cansados para aterrizar

Pero también en Alemania ha ocurrido que el cansancio doblegue a los pilotos. El pasado 5 de mayo los pilotos del vuelo AB-9721 de Air Berlín, procedente de Palma de Mallorca, enviaron una alarma a la torre de control de Múnich. Aunque se trató de una alarma que decía “Pan Pan”, o sea que no significaba un caso de emergencia como cuando se usa el término “Mayday”, los pilotos si confesaron que se sentían demasiado agotados para realizar un aterrizaje seguro, por lo que pedían permiso para prender el piloto automático.

Según un nuevo acuerdo de los tiempos de servicio y descanso de la Agencia europea de Seguridad Aérea (EASA) que se presentará próximamente “un piloto no puede volar más de 13 horas seguidas”, aclara Philip von Schöppenthau. Un lapso que se puede ampliar a 14 ó 15 horas. Von Schöppenthau teme empero que, por culpa de la crisis económica, las aerolíneas se verán obligadas a extender aún más los horarios de trabajo para mejorar la eficiencia.

Una siesta no arregla el problema

Lufthansa Pilotin
Pilotos y auxiliar de vuelo de una aerolínea alemana en Fráncfort del Meno.Imagen: G. Schlaeger/Lufthansa

Esto no impide que cada empresa pueda combatir internamente el problema del agotamiento físico de los pilotos. “Recuerdo que durante un vuelo de regreso de China a Alemania nos dormimos 10 minutos, ambos pilotos al mando”. Esto lo confesó en abril de 2012 en la televisión alemana Thomas Büld, un experimentado piloto que trabajó en varias compañías.

Para impedir esto, Lufthansa, como otras empresas, ha introducido la llamada “Napping policy”. “Esta regla de la ‘pequeña siesta' obliga al piloto que se siente cansado a comunicárselo a su colega en la cabina de mando”, explica Michael Lamberty, vocero de Lufthansa. El piloto cansado puede entonces dormir hasta 20 minutos mientras el otro pilotea con mayor atención.

Pero el problema no es sólo dormirse súbitamente, sino el cansancio en general que puede impedir que los pilotos reaccionen correctamente en caso de un problema técnico o difíciles condiciones del tiempo. Pero no sólo la comunicación entre los pilotos puede salvar vidas, sino también el diálogo entre éstos y las aerolíneas.

Autor: Marco Müller / José Ospina-Valencia

Editora: Emilia Rojas