¿Qué será de Cuba tras los Castro?
20 de abril de 2016DW: Poco antes de su 90 cumpleaños, Fidel Castro pronunció una especie de discurso de despedida ante sus camaradas de partido. Probablemente, una de sus últimas actuaciones. Su hermano Raúl quiere dejar el cargo en 2018. ¿Cómo será Cuba sin la saga de los Castro?
Bernd Wulffen: Hace un par de años ya defendí la teoría de que los militares podrían tomar el mando. No será un golpe de Estado tal como los conocemos de otros países de Latinoamérica, sino una transición que asegure las instituciones. Los militares ya están ocupando hoy en día cargos dirigentes en Cuba. Por ejemplo, pienso en Marino Murillo, exsuperior de la armada y ahora responsable de Economía, o el actual vicepresidente Miguel Díaz-Canel, especialista en comunicaciones. O también Alejandro Castro, hijo de Raúl, que coordinó los servicios secretos. Cuba podría ir en esta dirección.
¿Qué herencia política recibirán los sucesores?
Parece que, por lo menos formalmente, persistirá una administración centralizada de la economía, pero esto habría que relativizarlo. Actualmente, tanto la revolución cubana como sus dirigentes entendieron que sin economía privada ya nada funciona, y que el Estado no puede crear tantos puestos de trabajo. Se ha entendido que la empresa privada es necesaria y ahora se la está apoyando. Lo denominan el “Modelo cubano”. En mi opinión, es similar al de China y Vietnam. Políticamente, continuará una superestructura de corte marxista-leninista, pero incluso aunque no se quiera reconocer en el exterior, bajo esta estructura se está asentando y fortaleciendo la economía privada. Esto es solo una especulación.
¿De qué forma cambiará el sistema político cubano en un futuro?
Pronto dimitirán antiguos líderes como Fidel y Raúl Castro, que lucharon en Sierra Maestra contra la dictadura, y vendrá una nueva generación. Ya mencioné un par de nombres, la mayoría con más de 50 años, y creo que bajo su mandato habrá otras corrientes y otros temas de interés. Es de suponer que no se aferrarán a la idea actual de la revolución, sino que serán más flexibles.
En cuanto a la gente, ¿qué desea el ciudadano cubano?
Creo que la mayoría de los cubanos desea más apertura, sobre todo económica. Casi todos ganan poco dinero y no creen que su trabajo esté suficientemente retribuido. Parte de los jubilados vive bajo mínimos. Y aunque alquileres y alimentos sean baratos, la gente aspira a otro tipo de vida con ciertos lujos como coches, motos o una conexión a internet que puedan usar libremente.
¿Qué piensan los cubanos sobre los cambios políticos?
Sobre eso se podría hablar mucho. Por una parte, se enorgullecen de la revolución porque devolvió la soberanía y la dignidad nacional al país. No hay que olvidar que durante la época de Fulgencio Batista, dictador destituido por Fidel Castro en 1958, Cuba era un satélite de Estados Unidos. La revolución trajo primero la independencia. Después, bajo la protección de la Unión Soviética, los cubanos también se enorgullecían de que tenían algo propio. Creo que para el futuro será muy importante que mantengan esa independencia y que el país no vuelva a caer bajo la órbita de Estados Unidos o cualquier otro país. El cubano es patriota y está muy unido a su tierra y a su patria. Hay que contar con ellos.
Bernd Wulffen es jurista y fue embajador en La Habana (Cuba) entre 2001 y 2005. También es autor de dos libros sobre los cambios en Cuba.