Ultraderechista AfD y su cercanía con "Ciudadanos del Reich"
15 de diciembre de 2022"La verdad es que el AfD ha sido durante mucho tiempo el brazo parlamentario de movimientos antidemocráticos", tuiteó Katja Mast, del Partido Socialdemócrata (SPD), de centroizquierda, tras la detención, el 7 de diciembre, de varias personas que conspiraban contra la democracia y el Estado de derecho en Alemania, e incluso planeaban un ataque al Parlamento alemán.
La noticia de la redada contra miembros del movimiento Reichsbürger (Ciudadanos del Reich), una red de extremistas con ideas provenientes de las teorías de conspiración, ha generado interrogantes sobre sus vínculos con el partido alemán de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD), que actualmente cuenta con un 15 por ciento de apoyo en las encuestas.
En el centro del escándalo se encuentra Birgit Malsack-Winkemann, exdiputada del AfD en el Bundestag, una de los 25 sospechosos detenidos la semana pasada en allanamientos realizados en 11 estados alemanes.
Malsack- Winkemann fue diputada entre 2017 y 2021,y tenía acceso privilegiado al complejo de edificios parlamentarios de Berlín, así como conocimientos muy confidenciales sobre las medidas de seguridad de los mismos. Los recientes acontecimientos recuerdan a un incidente ocurrido en 2020, cuando manifestantes que protestaban contra las restricciones en la pandemia de COVID-19 consiguieron entrar en el Bundestag con pases de visitante, obtenidos a través de diputados del AfD.
Una figura controvertida
De acuerdo con los planes de los Ciudadanos del Reich, Malsack-Winkemann estaba destinada a convertirse en ministra de Justicia del nuevo Estado, dirigido por el aristócrata y presunto cabecilla del grupo, Enrique XIII Prinz Reuss. Tras su detención, el nombre de Malsack-Winkemann fue rápidamente retirado del sitio web del AfD.
Una de las mayores operaciones policiales en la historia de la República Federal de Alemania, no suscitó, sin embargo, gran reacción de parte de los cojefes del AfD, Alice Weidel y Tino Chrupalla.
"Condenamos tales intentos y los rechazamos rotundamente", afirmaron en un breve comunicado, en el que añadieron que tenían "plena confianza en las autoridades implicadas." No se mencionó a Birgit Malsack-Winkemann, a quien Alice Weidel elogió en una ocasión como "gran política".
El AfD tiene motivos para preocuparse
Mientras tanto, crecen los llamados a una mayor vigilancia del AfD por parte de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución (BfV), la agencia de inteligencia policial del Gobierno alemán.
El jefe de gobierno de Baviera, Markus Söder, de la Unión Socialcristiana (CSU), de centro-derecha, describió al AfD como un partido "estrechamente entrelazado" con la escena de los Ciudadanos del Reich. "Se está convirtiendo cada vez más en un punto de encuentro, precisamente para esas fuerzas de extrema derecha", afirmó.
El Comité Internacional de Auschwitz también ha pedido un seguimiento más intensivo del AfD en el Bundestag a raíz de la redada.
"Es extraño y ridículo cómo el AfD está tratando de escabullirse por estos días del apoyo e incitación que ejerció durante años en el entorno de los Reichsbürger", dijo el vicepresidente ejecutivo de ese comité, Christoph Heubner.
El jefe del AfD en Turingia, el ultraderechista Björn Höcke, consideró necesario aconsejar la semana pasada a los miembros del partido que abandonaran los grupos de chat en los que se habla de la ineficacia de la protesta pacífica y de la necesidad de "recurrir a otros medios". Los observadores políticos sugieren que eso indica que el partido realmente tiene motivos para preocuparse dada la situación actual.
(gg/cp)