Cristales líquidos para el futuro
13 de noviembre de 2003Cuatro fueron los proyectos presentados a concurso para el Premio del Futuro 2003. Cuatro proyectos visionarios, pero de ninguna manera fantásticos. Cada uno de los inventos que compiten anualmente por el Premio del Futuro dotado con 250.000 euros debe cumplir con requisitos muy reales. Este galardón busca desatacar aquellos aportes técnicos y científicos que cuentan con bases para ser aplicados en la vida real en corto tiempo. Los proyectos deben poder comercializarse a nivel internacional y contar con perspectivas para crear puestos de trabajo.
El Presidente alemán, Johannes Rau, felicitó en Berlín, en el Museo Alemán de la Técnica, a al equipo de científicos de la empresa química Merck bajo el mando de Kazuaki Tarumi, quienes elaboraron un nuevo material de cristales líquidos que facilita la producción de pantallas de televisión planas.
¿Piensa visitar una feria?
En total se presentaron 27 proyectos y fueron preseleccionados cuatro, uno de cada área de competición que abarca el premio y que son la biotecnología, electrónica, técnica de conducción y química.
Entre los proyectos nominados se encontraba el nuevo "guideport" de Rolf Meyer y Wolfgang Niehoff, quienes presentaron un asistente electrónico personal que, mediante una técnica de ondas de transmisión, aporta información hecha a la medida del visitante de una feria u otra exhibición con complejos temáticos. Con este aparato portátil buscan optimizar tiempo y dinero, evitando largas búsquedas por el laberinto de expositores y respondiendo a dudas y preguntas de los visitantes.
Inventos no fantasías
En el área de técnica mecánica se nominó el proyecto del equipo de Daimler Chrysler AG de Stuttgart, que presentó su sistema de protección de conductores PRE-Safe, un sistema que reacciona en situaciones de peligro cerrando el cubretechos del coche, estrechando el cinturón de seguridad y colocando el asiento del copiloto en posición de seguridad óptima. Este sistema ha comprobado ser comerciable, pues se produce en serie desde otoño del 2002.
Finalmente en el área de biotecnología compitió el equipo de científicos bajo el mando de Günter R. Fuhr, del Instituto Frauenhofer, por el desarrollo de un biochip con cuya ayuda se pueden mover células fuera del cuerpo sin tocarlas, lo que facilita su manipulación.