Crisis en Italia: ni siquiera Napolitano encuentra la salida
29 de marzo de 2013
Tras el fracaso del líder de la centroizquierda, Pier Luigi Bersani, el presidente Giorgio Napolitano tomó las riendas de la complicada situación política en Italia y comenzó una serie de reuniones con los partidos políticos para conseguir la formación de un Gobierno que reemplace al de Mario Monti.
Sin embargo, los esfuerzos de Napolitano, que este viernes (29.03.2013) conversó con las principales fuerzas políticas del Parlamento, tampoco dieron frutos y la crisis en la que está sumido el país parece no tener un final a la vista, cuando ya ha pasado un mes desde las elecciones que ganó el Partido Democrático de Bersani, aunque sin la mayoría necesaria para formar gobierno.
Tras la jornada, Napolitano anunció que haría una “pausa de reflexión”. Aunque ésta no podrá extenderse mucho tiempo, porque su mandato expira el 15 de mayo y su aspiración es lograr un Ejecutivo que cuente con una mayoría que permita al escogido liderar el país sin complicaciones.
Política trabada
Napolitano no desea que se repitan las elecciones, que es una de las opciones que se barajan para destrabar el estado actual de las negociaciones, dificultadas por la intransigencia del Movimiento 5 Estrellas, que se niega a aliarse con nadie, y con la negativa de Bersani a sentarse a conversa con Silvio Berlusconi.
Precisamente Berlusconi, al frente del derechista partido Pueblo de la Libertad, continúa haciendo campaña a favor de una gran coalición con la izquierda, pues a su juicio es la única solución para evitar que el país deba ir a las urnas nuevamente. Otra opción que baraja Napolitano es dejar la instrucción de formar Gobierno a algún político apartidista.
Sin embargo, tanto el Movimiento 5 Estrellas como Berlusconi han dicho que no aceptarán un Gobierno tecnócrata como el que encabeza Monti, a quien ambos acusan de haber llevado a Italia a la recesión. "Nuestra posición no ha cambiado, lo expresamos con absoluta claridad al presidente", dijo Berlusconi a periodistas después de reunirse con Napolitano.
El atasco político ha alimentado la preocupación sobre la capacidad de Italia de afrontar una crisis económica duradera que la ha dejado hundida en la recesión durante más de un año, con una deuda pública de 2 billones de euros y un desempleo récord, sobre todo entre los jóvenes.
DZC (dpa, Reuters)