Crisis. ¿el comienzo de una nueva era del automóvil?
16 de febrero de 2009El automóvil tiene más de 100 años y las sociedades del próximo siglo no podrán vivir sin él. La demanda de una superficie con la que transportar y trasladarse crecerá. Y las fábricas tendrán que volver a producir a todo vapor. Lo que produzcan exactamente, aún no se sabe. Importante será, en todo caso, lo que esté escondido bajo el capó.
Y de eso no queda duda: lo que se encuentre bajo el capó será todavía por mucho tiempo un motor a combustión, como lo conocemos. Así como lo inventó Carl Benz hace más de 120 años. Porque aunque parezca más moderno, por su tubo de escape seguirá saliendo, aunque en menor cantidad, dióxido de carbono. Por un lado, la Unión Europea así lo quiere y por otro los fabricantes no han cumplido con su autoimpuesto compromiso. Los ingenieros trabajan a toda máquina y los autos llegarán, con seguridad, a ser bastante limpios en emisiones.
El problema es que debido a la crisis, el combustible está barato, pero el petróleo seguirá siendo un bien escaso y tan pronto se supere la crisis global, su precio volverá a las alturas y con él, la gasolina y el diesel volverán a ser muy caros. Lo cual acelerará la búsqueda de alternativas al automóvil de Benz.
Una reacción parecida en el mercado observó Eric Heymann, investigador de la sección de investigación de Deutsche Bank. Cuando, durante el año anterior, el litro de diesel llegó a costar 1,50 euros, la gente de pronto “demandaba autos pequeños y ahorrativos”, contó Heymann a DW-WORLD. Se refería a coches del tamaño del Smart de la casa Daimler, de un Fiat 500, del Renault Twingo o de un VW Fox. Las naves tragadoras de combustible se quedaban en los almacenes.
Productores alemanes mejor que su fama
La industria automovilística alemana sale bien parada en el estudio realizado por Heymann. El frecuentemente reprochado atraso en versiones más ecológicas –filtros de partículas e híbridos- no está justificado del todo. Según este experto, por el momento se sobreestima la importancia de la tecnología híbrida, ignorando que justo “Daimler, Volkswagen, BMW se cuentan entre los que han hecho avanzar la investigación de los encendidos alternativos”.
Justo este tipo de encendidos son las tecnologías del futuro con las que se moverá la humanidad cuando las fuentes de petróleo se hayan secado. Actualmente, los fabricantes enfocan sus esfuerzos en desarrollar motores eléctricos pagables. Todavía el precio de una batería de este tipo es demasiado alto: 1000 euros por kw hora. Además hay otros problemas por solucionar: el peso, el alcance, la duración de la batería y los ciclos de recarga.
En cuanto a los llamados biocombustibles –etanol y biodiesel- muchas preguntas siguen sin respuesta. Su potencial es grande, sin embargo, las superficies de producción son limitadas y la competencia entre “el plato y el depósito de gasolina” obliga a pensar en biocombustibles de segunda generación: los que sean producidos de los deshechos vegetales. De esta pugna saldrá ganando el vehículo a gas. Los motores de hidrógeno –a pesar de que existen prototipos que funcionan bien- se encuentran, en cambio, todavía muy lejos de la realidad.
El comienzo de una era
La industria del automóvil se encuentra al comienzo de una nueva era. Las insolvencias y las fusiones revolucionarán el ramo. Una prueba de ello la ofreció la noticia de que Daimler cooperará con BMW. Para los fabricantes alemanes, el futuro no pinta mal; Heymann los ve bien posicionados “para salir fortalecidos de la crisis”. Tanto es así, que incluso el motor de Carl Benz pasará a la historia.