Crisis de personal deja sin trenes a Maguncia
13 de agosto de 2013Maguncia es la capital del estado federado alemán de Renania-Palatinado. En un día normal, 60.000 viajeros pasan por la estación central de la ciudad en el suroeste del país. Actualmente, sin embargo, hay poca normalidad y eso no tiene que ver ni con el clima, ni con problemas técnicos: a la Deutsche Bahn AG, la empresa de ferrocarriles de Alemania, le falta personal. En concreto, faltan despachadores de trenes: “Son los coordinadores de la circulación de los trenes, comparables a los controladores aéreos en los aeropuertos“, explica Anton Hofreiter, presidente de la Comisión de Transportes del Parlamento alemán.
Según el político de los Verdes, el asunto es un escándalo enorme del que el grupo Deutsche Bahn tiene la culpa: “Se despreocuparon de la parte ferroviaria para producir réditos a corto plazo, sobre todo con medidas de economía con respecto al mantenimiento y al personal. “
No hay perspectivas inmediatas de solución
Hay 15 despachadores en Maguncia y más de la mitad está enferma o de vacaciones. Los dos turnos durante el día no se pueden cubrir porque hacen falta ocho personas, cuatro por turno. También para los turnos nocturnos falta el personal. Se preguntó a los despachadores que están de vacaciones si querían volver voluntariamente, pero aún así no se solucionaría el problema: “Solo lo aplazamos”, dice Josef Janz, del sindicato ferroviario, “La gente tiene derecho a sus vacaciones y muchos ya las aplazaron varias veces por la falta de personal.”
¿Por qué no se emplea temporalmente a un despachador de otra estación? “No es posible”, dice el sindicalista, “porque cada estación tiene su propia técnica, hay muchísima variedad dependiente de la antigüedad del sistema.” Emplear nuevos despachadores a corto plazo tampoco es una opción: “La Deutsche Bahn prescribe de manera muy exacta cómo se tiene que formar un despachador de trenes. Siete meses dura la formación y se tiene que dar un examen”, explica Janz.
“Es culpa de la política”
La carencia de efectivos no es un problema único de Maguncia. “Nos faltan unos 1000 maquinistas”, dice Karl-Peter Naumann, presidente honorario de la organización representante de los viajeros, Pro Bahn. Hace responsable del caos a la política. La estructura de la empresa ferroviaria alemana fue modificada en 1994 para poder privatizarla, pero mayor parte permanece en manos del Estado. Según Naumann, el Ministro de Transporte, Peter Ramsauer, tiene la responsabilidad de ocuparse de que los réditos se usen para emplear a más gente. “Los despachadores de trenes son como los semáforos para el tránsito por carretera. Se sobreentiende que estos últimos tienen que ser mantenidos, no se descuidan porque tiene sentido desde un punto de vista económico.”
Para 2008 se había previsto cotizar en bolsa partes del grupo Deutsche Bahn. Siguiendo el proceso de la privatización, la dirección del grupo planeaba reunir capital para invertir en nueva tecnología. La crisis económica del 2008 y otros acontecimientos imprevistos impidieron la cotización bursátil. Las renovaciones tecnológicas se atrasaron y con ello las previstas posibilidades de recortar el personal.
El experto de tráfico Hofreiter le reprocha a la Deutsche Bahn que no invierta suficiente desde hace 40 años. “Ya fue muy tarde cuando la Deutsche Bahn se dio cuenta de las consecuencias de su política de ahorro”, dice.
Mientras tanto, miles de viajeros esperan la luz verde para la estación central de Maguncia. Hasta fines de agosto hay un plan de emergencia. Las consecuencias se sentirán también en otras partes y habrá retrasos en toda la región, anuncia la Deutsche Bahn. Los expertos siguen buscando una solución a largo plazo.
Autor: Anja Fähnle/Peter Eßer
Editora: Emilia Rojas