Crece temor a contaminación radioactiva de alimentos en Japón
25 de marzo de 2011La cifra de muertes confirmadas asciende a más de 10.000, informa la japonesa agencia de noticias Kyodo. Dos semanas después del terrible terremoto que desatara un tsunami y un accidente nuclear aún por controlar, Japón prevé que el registro de víctimas fatales siga creciendo.
Unas 18.000 personas se hallan aún desaparecidas en los afectados territorios de la costa noreste. Cientos de miles quedaron sin techo.
En la central nuclear de Fukushima continúa la lucha sin cuartel, y sin certezas, por estabilizar los reactores dañados. Tres trabajadores entraron en contacto con agua altamente radioactiva este último jueves (24.03.2011), mientras intentaban conectar un cable eléctrico. Dos de ellos tuvieron que ser hospitalizados. Una parte de las fuerzas de rescate fue retirada de la planta tras el incidente.
Hace dos semanas que bomberos, soldados y trabajadores de la planta intentan echar a andar nuevamente los averiados sistemas de refrigeración de las barras de combustible de los reactores. Con ello se pretende frenar las emisiones radioactivas provocadas por la avería.
Contaminación radioactiva se extiende por mar
Hasta en el agua de mar de la costa se han establecido alarmantes mediciones de radioactividad. La compañía alemana de transporte marítimo Hapag-Lloyd ha decidido suspender temporalmente sus operaciones en el puerto de Tokio: no tienen sus buques asegurados para casos de contaminación radioactiva, explica la empresa.
Los expertos suponen que las emisiones de Fukushima darán la vuelta al mundo en los próximos días y semanas. Ya en la costa oeste de EE.UU. se obtuvieron mediciones de valores anormales de radioactividad. También a Europa llegarán las partículas radioactivas, aunque se advierte que no en dimensiones dañinas para la salud.
Tokio: ¿qué alimentos están a salvo?
El temor a la contaminación radioactiva de los alimentos crece en Tokio. En el agua corriente se hallaron valores temporalmente alterados en días pasados, al punto que sobrepasaron los límites permisibles para su ingestión por menores de un año.
Ahora se habla de otros alimentos dañados. “Los suministros de pescado desde las regiones afectadas están parados”, dice Tanaka, vendedor en el Mercado de Pescado de Tsukiji, en la capital japonesa.
Hasta la venta de productos no contaminados se vuelve difícil, la gente tiene miedo, se queja Suzuki, vendedor de hortalizas: “La preocupación afecta a productos de otras regiones. Apenas podemos vender no sólo la espinaca de Ibaraki, sino tampoco las hortalizas que vienen del sur”.
Los clientes y los propios vendedores están inseguros. “No sé qué puedo creer de lo que dicen las autoridades”, explica Shougo, otro vendedor de hortalizas. “¿De dónde voy a saber cuán afectados están mis productos? Y si yo mismo no lo sé, ¿qué voy a decirles a mis clientes? Ojalá que nada de esto hubiese pasado”, lamenta.
Incluso hasta Singapur han llegado ya productos contaminados provenientes de Japón. Así que las autoridades han detenido la importación de productos de las provincias afectadas en el país vecino.
Autor: B. Musch-Borowska (Singapur, NDR) / R. Muñoz Lima
Editor: Enrique López Magallón