COVID-19: muerte y sombra de un estallido social en Italia
30 de marzo de 2020Se cumplen 20 días del shut down en Italia, en donde la cifra de muertos por el coronavirus sigue siendo la más alta; de acuerdo a las cifras oficiales del 29 de marzo, el virus ha cobrado la vida de 10.779 personas. Mientras la Unión Europea debate sobre un plan económico para enfrentar la emergencia por la COVID-19, en el sur de Italia, en Sicilia —la región más pobre y menos desarrollada del país, donde una parte importante de la población trabaja en la informalidad y la mafia por decenios ha ejercido un control territorial—, se cierne la sombra de estallido social impulsada por la pandemia del coronavirus.
Todo comenzó el miércoles 25 de marzo cuando empezó a circular por redes sociales el video casero de un hombre de la capital de Sicilia, Palermo, acompañado de una niña. En un tono de voz y lenguaje corporal agresivo, el hombre, que no pasa de los 45 años, exige al presidente del Consejo de Ministros, Giuseppe Conte, dinero para comer.
"Gentilmente señor Conte, esta noche, no mañana, ¡esta noche! ¿Puede decirnos en transmisión directa cuándo es que mandan la primera ayuda? ¿Cuándo llega el primer dinero? Se lo digo yo, ya son cerca de 20 días que estamos encerrados y hemos llegado a la fruta", afirma golpeando la mesa y apuntando a la pantalla amenazantemente con el dedo.
"Mi hija está comiendo este pedazo de pan con Nutella. Si como mi hija otros niños en pocos días no pueden comer siquiera un pedazo de pan, quédese tranquilo que usted no estará en casa sin remordimiento, ¡porque haremos una revolución! Tal vez no es claro el discurso, así que gentilmente esta noche para calmar un poco a todos debe decir cuándo es que llegará la primera ayuda".
"¡Señor Conte! ¡El dinero se acabó!", grita ante la pantalla de su computadora y gesticula: "Alcalde (Leoluca) Orlando de Palermo! Escuche también usted (…) mañana o el día después estallará la revolución y vamos a irrumpir en todos los supermercados para dar de comer a los niños. ¡Tal vez no esté siendo claro! ¡Tal vez el concepto aún no es claro!".
Cuando vi el video tuve dudas sobre su veracidad en el sentido de que este reflejara un sentimiento real de la población. Dos días después, en un barrio popular de Palermo, un grupo de personas, aparentemente organizadas, intentaron salir de un supermercado de la cadena Lidl sin pagar la cuenta, acto que fue impedido por la policía privada del establecimiento.
Las autoridades de Italia catalogaron el intento como una alerta del peligro de estallido social. Al día siguiente, a la tensión del encierro y aislamiento por la cuarentena, se sumó la inseguridad de ir a comprar víveres. "Aquí verdaderamente explotará la revolución", comentó una señora en la larguísima fila de un establecimiento comercial. Todos hablaban de lo mismo, eso sí, a un metro de distancia.
Por primera vez desde el shut down los supermercados de los barrios más populares en Palermo comenzaron a ser vigilados hasta por tres unidades de los Carabinieri, la policía militar, mientras que tiendas de lujo como Louis Vuitton vaciaron sus establecimientos previniendo posibles saqueos. Los controles de la autoridad en helicóptero aumentaron.
En las calles de la ciudad de Nápoles, donde manda la organización criminal Camorra, se dieron los primeros casos de robo de bolsas con víveres a personas que salían de las tiendas de abasto.
Lo que ocurre en Italia, que ya se ha convertido en un laboratorio y termómetro de esta pandemia mundial, seguramente ocurrirá en otras naciones. Peor en aquellas cuya economía es más frágil como la de muchos países en Latinoamérica y África.
Por un lado, el Gobierno de Italia ha tenido que asumir la decisión de proteger las vidas de los ciudadanos del coronavirus imponiendo la cuarentena y el cierre radical de la actividad económica para evitar más contagios y más muertes. Pero por el otro, ahora, simultáneamente, debe enfrentar las consecuencias económicas y políticas que puede desatar la inconformidad social.
Diversos Gobiernos de distintas corrientes políticas, se han quedado arrinconados entre la espada y la pared en ese dilema: Reino Unido, Estados Unidos y México, por citar tres ejemplos. O protegen la economía o protegen la vida de las personas. Un sofisma.
Los tres Gobiernos priorizaron mantener la actividad económica, pero ahora que está avanzando la pandemia que previsiblemente llegará a niveles iguales o mayores que los de Italia, Estados Unidos y México tendrán al final que parar, de todos modos, sus actividades económicas, y, además, tendrán que enfrentar una devastación sanitaria peor.
The New York Times reporta que los especialistas calculan la muerte de hasta 200 mil personas a causa del coronavirus en Estados Unidos. Mientras que Donald Trump se ve obligado a ordenar continuar las medidas de restricción en ese país, en México, en plena expansión de la pandemia y emergencia sanitaria, el presidente de izquierda Andrés Manuel López Obrador viola y hace violar las recomendaciones de cuarentena y "sana distancia", apenas impuestos, al ir a la Sierra de Sinaloa donde estrecha la mano y presenta sus respetos a la señora Consuelo Lorea, madre del narcotraficante del Cartel de Sinaloa, Joaquín el Chapo Guzmán. Todo registrado en video.
De acuerdo a los números oficiales, luego de 20 días de inactividad económica en Palermo, con una población calculada en cerca de 670 mil personas, más de 50 mil se han quedado sin recibir ingresos y están fuera de los diversos programas sociales del Gobierno como el seguro de desempleo, porque trabajan en la informalidad. No están registrados en el pago de impuestos, son invisibles. No se trata solo de italianos, sino también migrantes de África.
Conte y el Gobierno de Italia escucharon claro el mensaje de inconformidad. El sábado 28 de marzo se anunció el envío de 400 millones de euros para las ciudades más necesitadas como Palermo. La ayuda será distribuida por los gobiernos locales a través de bonos alimentarios para comprar bienes de primera necesidad. Conte dijo que llegará antes del 5 de abril, pero el alcalde de Palermo, Leoluca Orlando, indicó que el dinero solo cubrirá dos semanas y advirtió a un diario local, que teme una explosión social violenta.
Italia, hasta ahora punto de referencia durante la pandemia, debe ser foco de alerta para todos, y debe impulsar la consciencia de que ningún país del mundo está a salvo del coronavirus y sus consecuencias, y solo la solidaridad y un plan común podrá hacerle frente. La desigualdad social que impera en el mundo se brutaliza con la COVID-19 generando un polvorín que puede estallar con una sola chispa. (few)
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