Costa Rica: carbono neutralidad en el transporte marítimo
17 de noviembre de 2017La COP23, la cumbre sobre cambio climático de Naciones Unidas, que empezó el pasado 6 de noviembre y que finalizará mañana viernes (16.11) en Bonn, además de reunir a técnicos y representantes políticos que negocian como debe implantarse el Acuerdo de París, permite conocer el avance de la acción climática en el mundo. Se tratan de las propuestas que los actores no gubernamentales están realizando para luchar contra este desafío mundial y contribuir al reto global de vivir sin emisiones de carbono.
Una de ellas es CEIBA: el proyecto de dos canadienses afincados en Costa Rica que están construyendo el que pretende ser el primer velero de carga marítima libre de emisiones en América. La iniciativa pretende cubrir varios aspectos, entre los que se incluyen reducir la contaminación que produce el sector del transporte marítimo y facilitar la exportación internacional de productos que elaboran los pequeños productores locales.
Según Luis Pérez, vocero de la iniciativa, diariamente “hay 104.000 barcos en el agua que trabajan un promedio de 280 días al año las 24h”. Además de la contaminación que éstos generan debido al uso de combustible diésel, hay que tener en cuenta la extracción de minerales como el hierro para su construcción. “Los barcos tienen una media de vida de 30 años y después se tienen que despedazar. Van a Bangladés, al cementerio de barcos de metal ya que ahí hay demanda para reutilizar el metal”, explicó.
La propuesta pretende cubrir la huella de carbono del transporte de productos orgánicos y de comercio justo hasta su destino final. “Nadie paga eso: ni el cliente, ni la compañía, lo paga el planeta, es un eslabón perdido”, lamentó Pérez, que presentó el proyecto en un par de eventos en el marco de la COP23 gracias a un programa de la Fundación Avina. De esta manera, con CEIBA se pretende ahorrar 1.000 toneladas de CO2 al año al 100 por cien de carga (calculadas en 25 años).
El vocero enumeró algunas de las cualidades del velero que con apariencia tradicional cuenta con tecnología de punta en el diseño de motores eléctricos, elaborados por una empresa alemana, y de dos cabinas con paneles solares. “Cuando las baterías están llenas pueden estar 6 horas sin viento y mantener la velocidad para garantizar la entrega de las mercancías”, recalcó agregando que el velero también cuenta con 3 grúas en los mástiles que pueden descargar 270 toneladas de carga.
Nuevos usos con tecnologías existentes
“No estamos inventando ninguna tecnología nueva”, aseguró. "Hay veleros con motor eléctrico pero que se dedican a propósitos científicos, a observar fauna, como el ‘Opal’ en el Ártico, pero velero con motor eléctrico para carga no hay”, agregó.
El proyecto, que se encuentra en su fase inicial, precisa de 3,7 millones de dólares y ésta es la principal dificultad para hacer de la iniciativa una realidad. A pesar de ello, sus promotores ya se han puesto manos a la obra y tras recaudar 300.000 dólares en una campaña de ‘crowfunding’, que contó con el apoyo de 40 accionistas norteamericanos y europeos, están construyendo un astillero en Punta Morales donde se llevarán a cabo los trabajos de construcción. Igualmente, “ya tenemos un quinto de la madera para montar la quilla y las costillas del velero”, apuntó Pérez recalcando que para éstos se están usando árboles que se cayeron durante la tormenta Otto del pasado año.
Se prevé que el velero se termine en 2021. Mientras, los promotores de la idea están trabajando en los mercados potenciales del sector del café, cacao y aceite de aguacate, entre otros, para llevar a cabo rutas de países latinoamericanos hacia el Norte. Aprovechando que “Costa Rica es el ombligo de América”, se está diseñando una ruta del Pacífico con una docena de puertos potenciales entre los que se incluyen: Puerto del Callao (Perú) Puerto Caldera (Costa Rica) Honolulu (Hawái), Puerto Madero (México), Seattle (Estados Unidos) y Vancouver (Canadá), entre otros.
Solución medioambiental y social
A pesar de que Costa Rica solo genera el 0,003 de las emisiones globales, está llevando a cabo diversas iniciativas de movilidad eléctrica y proyectos para ser carbono neutral. Igualmente, cuenta con “muchos productos de madera para la captación de CO2”, explicó Pérez argumentando los motivos de la ubicación de la empresa en el país centroamericano.
No obstante, otra razón de peso es que se trata de una “propuesta para la democratización de pequeños productores que tengan oportunidad de exportar café”. A este aspecto social, se le unen los propios del astillero que cuenta con proyectos de permacultura, contratación de mano de obra local y optimización de energías.
Igualmente, la iniciativa llevará a cabo acciones de compensación de carbono con la reforestación de árboles en el país centroamericano con la colaboración de Plaza21 de Argentina. “Queremos marcar la pauta y que la gente vea un modelo innovador, que el modelo se replique y empezar a trasladarnos a la descarbonización de la economía”, concluyó Pérez.
El pasado año, el piloto suizo Bertrand Piccard revolucionó el sector aéreo tras completar su vuelta al mundo con el avión ‘Solar Impulse’. ¿Sucederá lo mismo con CEIBA? Solo el tiempo lo dirá.
Autora: Judit Alonso (FEW)