Correa: "El hombre debe primar sobre el capital"
17 de abril de 2013“¿Populista? No. Lo que sí somos es bastante populares”: así respondía el presidente de Ecuador, Rafael Correa, a una pregunta de la audiencia en una repleta aula magna de la Universidad Técnica de Berlín. Su primer viaje a la capital germana como presidente del país andino lo lleva, entre el 16 y el 18 de abril, de encuentros oficiales con la cúpula del gobierno alemán, a encuentros con empresarios e intercambios con estudiantes.
¿Un país para invertir?
Llegaba de firmar un acuerdo de cooperación académica con las autoridades académicas de la capital germana. Por bandera: la biodiversidad y los recursos naturales del país latinoamericano que en 253.000 kilómetros cuadrados tiene Amazonía, las islas Galápagos, la cordillera de los Andes y el Pacífico.
Su otra credencial: la recuperación de un país que después de una década de crisis económica y de inestabilidad política tiene un crecimiento del 4,3%, superior al promedio de 3,5% de América Latina. Y cuenta con un gobierno legitimado ampliamente en las urnas y reelegido por segunda ocasión. En inversión social y disminución de la pobreza, el mandatario ecuatoriano también pudo mostrar a su audiencia alemana que Ecuador apuesta por un desarrollo incluyente. Para ello, si bien da la espalda a tratados de libre comercio con la Unión Europea, busca inversiones.
“La inversión pública al servicio de la inversión privada”, dice el presidente Correa. Y acentúa que, si bien su gobierno ha afianzado el entramado estatal en contra de tendencias neoliberales, ofrece garantías para una inversión y un comercio “de beneficio mutuo”. Por ello, recalca, no favorece el libre comercio con economías tan fuertes como las europeas, pues planteados como están los tratados comerciales, las bondades se sentirían sólo en un lado. “Colombia y Perú no tenían nada que perder porque ya tenían acuerdos de libre comercio con Estados Unidos. Ecuador no. Y tampoco tenemos una moneda propia y por eso debemos ser cautelosos”, afirma Correa, haciendo hincapié en su ducho manejo de la economía política, fundamentado también en una larga carrera académica.
Todo esto, así Correa -que comenzará el 24 de mayo un tercer período presidencial con mayoría parlamentaria- le permite a los países europeos ciertas “medidas para salir de la crisis”. La principal indicación: que el ser humano predomine sobre el capital. Y no seguir las recetas del Fondo Monetario Internacional. Éstas, así Correa, no son parte de la solución sino parte del problema. “No se busca salir de la crisis, sino garantizar el pago a los bancos; no están orientadas a crear empleo sino al pago de la deuda.” Su mejor ejemplo: los desahucios en España -originados en la burbuja inmobiliaria y en la crisis- que han afectado a muchísimos inmigrantes del país andino. “La gente, que necesita vivienda se queda sin ella; y los bancos, que no las necesitan, tendrán muchas viviendas. “Es inmoral”, afirma, anunciando que su gobierno asiste a sus ciudadanos en unos 80 casos en donde se ha podido comprobar contratos abusivos: “Así no tiene que ser, lo hemos demostrado en Ecuador: el ser humano tiene que predominar sobre el capital”.
Reparos ecológicos
“Hey, Mr. President of Ecuador”, se leía en una pancarta : “las verdaderas riquezas de Intag son más importantes que el cobre. Déjelo bajo la tierra”. La región de Intag se ha especializado en un sistema de cooperativas que se dedican al café ecológico. "Es una buena alternativa a la minería; pero si se instalan las empresas extractivas del cobre, ellos no podrán vender más su café orgánico“ cuenta a DW una joven estudiante alemana, que ha trabajado como voluntaria en la región. Más de 60.000 firmas de apoyo a los habitantes de Intag han recogido; junto con la iniciativa "Salven la selva", abogan ante el presidente de Ecuador por no explotar el mineral. La inspiradora iniciativa Yasuní -dejar bajo tierra el petróleo para evitar emisiones y salvar la biodiversidad- suena a música en los oídos de los conservacionistas.
"El presidente Correa ha dejado muy claro que la lucha contra la pobreza es muy compleja y no se puede resumir en si yo estoy contra la minería o no", afirma un estudiante de filosofía que no ve contradicción en los planes extractivistas.
"Se trata de la protección de la selva, de evitar que se destruya", dice a DW otro de los participantes que han presentan su petición al mandatario ecuatoriano. A esta demanda, Correa -que subraya que en la Constitución de Ecuador se incriben los derechos de la naturaleza- responde con escepticismo: aunque algunas organizaciones de la sociedad civil -en este caso europeas- pueden ser bien intencionadas, en su opinión lo que piden es infantil. "La gente de Intag -donde hemos ganado ampliamente- lo que necesita son carreteras", dice el presidente y concluye: "Y si ustedes hacen una campaña para que nosotros no explotemos el mineral, pueden también hacer una para que Europa no consuma cobre".
Autora: Mirra Banchón
Editora: Emilia Rojas