Coronavirus: países emergentes ante un futuro sombrío
2 de abril de 2020Los países en desarrollo están ante una situación que podría convertirse en una recesión profunda y prolongada, ya que la pandemia de coronavirus obliga a más de una cuarta parte de la humanidad a confinarse, deteniendo así la economía mundial.
Si bien el COVID-19 aún no ha llegado con toda su fuerza a los mercados emergentes, salvo a China, donde se originó y causó estragos en una región industrial clave, en sus frágiles finanzas y en la infraestructura sanitaria. Además, su excesiva dependencia de productos como el petróleo hace a este país más vulnerable que a otros occidentales.
"En muchos aspectos, esto es peor que la crisis financiera mundial para los mercados emergentes", opina Nariman Behravesh, economista jefe de IHS Markit. "El colapso de los precios de los productos básicos es mayor, la recesión en el mundo desarrollado es peor y los niveles de deuda en el mundo emergente han aumentado en gran medida desde la crisis financiera, porque las tasas de interés han sido muy bajas", agrega.
Los países en desarrollo de Asia, África y América Latina sufren bloqueos impuestos para contener el virus: sus mercados de exportación clave en Europa y América del Norte prácticamente han muerto, las economías locales se han estancado, la demanda de productos básicos, incluido el petróleo, se ha derrumbado y sus monedas han sufrido un duro golpe.
Los economistas de Oxford Economics clasificaron a Bolivia, Costa Rica, Nigeria, Perú, Sudáfrica y Egipto como las economías emergentes más vulnerables en función del estado de sus sistemas de salud, situaciones fiscales y la dependencia de productos básicos.
Mayor riesgo de impago de la deuda
Los inversores extranjeros están dando la espalda a los bonos y acciones de los mercados emergentes. En marzo, se evitó la inversion de más de 73 mil millones de euros en más de 20 economías emergentes, incluidas India, China, Sudáfrica y Turquía, según el Instituto de Finanzas Internacionales.
La retirada masiva de capital ha elevado el espectro de default en las economías más vulnerables como Argentina, Nigeria y Angola, que vio aumentar su bono en dólares, con vencimiento en noviembre de 2025, en casi un 30% la semana pasada y llegar a menos del 7% a principios de marzo, según el Wall Street Journal.
Los mayores costos de endeudamiento afectarían especialmente a países como Turquía y Sudáfrica, que han dependido del endeudamiento externo en los últimos años para financiar proyectos de infraestructura, como el nuevo aeropuerto en Estambul.
Alentadas por las bajas tasas de interés de EE. UU., las economías emergentes han acumulado miles de millones en deuda en dólares en los últimos años. Una reciente recuperación del dólar haría que los pagos de intereses de estos bonos fueran más caros, una perspectiva dolorosa, especialmente en un momento en que los emisores de bonos ven caer las exportaciones, debido a la paralización causada por el nuevo coronavirus.
Las monedas de los mercados emergentes registraron una de las mayores liquidaciones registradas en marzo, rivalizando con la caída observada durante la crisis de 2008. El rublo ruso, el peso mexicano y el rand sudafricano fueron los más afectados, perdiendo entre un 11% y un 20% frente al dólar.
Shock por la caída de precios del petróleo
Los problemas del mundo emergente se han visto agravados por una caída dramática en los precios del petróleo y otros productos básicos, que son una fuente importante de ingresos para varios países africanos y latinoamericanos.
El descenso récord de la demanda debido a la pandemia, junto con la guerra de precios entre Arabia Saudita y Rusia, ha empujado los precios del petróleo a sus niveles más bajos en 18 años, causando una gran crisis para países como Angola y Nigeria, que dependen de él en un 90% de sus ganancias en exportación. Los bajos precios del petróleo también está perjudicando a Rusia, uno de los mayores productores de petróleo del mundo, que ha visto caer su rublo en el último mes.
Algunas economías emergentes como Tailandia, Croacia, Filipinas, y Turquía, que dependen del turismo por ser del 20% al 25% de su producto interior bruto, se preparan para llevar a cabo despidos masivos, ya que las prohibiciones de viajar mantienen a las personas confinadas en sus hogares.
Infraestructuras sanitarias deficientes
A medida que las tasas de infección aumentan rápidamente en economías clave como India y Sudáfrica, los expertos en salud mantienen los dedos cruzados. Temen que una vez que el virus esté fuera de control en un país como India, sería difícil de contener, dadas sus ciudades superpobladas y sus instalaciones médicas, a menudo, inadecuadas y deficientes.
El mal estado de la atención médica en los países emergentes está obligando a muchos de ellos a adoptar amplias medidas de distanciamiento social. Pero, a diferencia de occidente, el distanciamiento social en los países pobres no es tan simple, donde las familias se amontonan en barrios marginales y sobreviven con los salarios diarios.
(rmr/jov)
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