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¿Se avecina una escalada entre Occidente y Rusia?

15 de enero de 2022

Las conversaciones entre Rusia y Occidente de esta semana no supusieron ningún alivio en el conflicto de Ucrania. Y los expertos de Kiev esperan una escalada por parte de Moscú.

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Gespräche zur Ukraine-Krise zwischen USA und Russland in Genf
Representantes de EE.UU. y Rusia en Ginebra.Imagen: Denis Balibouse/KEYSTONE/REUTERS/dpa/picture alliance

La primera ronda de negociaciones entre Rusia y Occidente terminó el jueves (13.01.2022) con la reunión de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) en Viena. Desde principios de semana, se estaban llevando a cabo conversaciones con Estados Unidos y la OTAN en Ginebra y Bruselas.

Los temas fueron la política de seguridad en Europa y sobre todo el ingreso en la OTAN de países postsoviéticos como Ucrania y Georgia. En 2008, la alianza había ofrecido a las dos exrepúblicas soviéticas la posibilidad de ingresar a la alianza, pero dejó la fecha de su ingreso abierta. Rusia quiere impedir ese paso y para ello amenaza con "medidas técnico-militares", tal como anunció el presidente Vladimir Putin.

La postura de Estados Unidos y la OTAN es clara sobre este asunto y apunta a rechazar la pretensión de Moscú de tener un derecho de veto de facto para la admisión de nuevos miembros en la alianza.

La presión aumenta

El balance provisional es en resumen ningún acercamiento. De este modo, no se produce un alivio de las tensiones en el conflicto sobre Ucrania, en cuyas fronteras Rusia ha estado concentrando tropas desde finales de otoño.

Sobre las conversaciones recientes, Washington comunicó que tardará unos días en redactar sus consideraciones y enviarlas a Moscú, mientras que Rusia señaló que no quiere largas discusiones, sino resultados rápidos, aunque no ha puesto plazos.

El presidente ruso Vladimir Putin y anunció "medidas técnicas militares"
El presidente ruso Vladimir Putin y anunció "medidas técnicas militares"Imagen: Evgenia Novozhenina/REUTERS

En cualquier caso, ha sido una semana histórica, porque nunca ha habido tantas reuniones entre Moscú y Occidente en tan poco tiempo. Rusia también está intensificando la retórica y sus altos diplomáticos compararon la situación actual con la crisis de los misiles de Cuba.

Al comienzo de las negociaciones, Moscú anunció un nuevo ejercicio militar en la frontera ucraniana. Por su parte, Estados Unidos también está construyendo un telón de fondo amenazante. Incluso durante las negociaciones en Bruselas, en el país norteamericano se presentó un proyecto de ley que por primera vez prevé sanciones personales contra el líder del Kremlin, en caso de una escalada en Ucrania.

El duro lenguaje de la diplomacia rusa

Incluso antes del inicio de las conversaciones, los diplomáticos rusos llamaron la atención con un lenguaje entre cortante y grosero dirigido a sus interlocutores. Un ejemplo de este actuar se dio cuando el jefe de la delegación rusa en Ginebra, Sergei Ryabkov, recomendó en una entrevista que la OTAN "empaque sus cosas y se retire a las posiciones de 1997". En 1997, se ofreció por primera vez la adhesión a la alianza a los países del antiguo Pacto de Varsovia: Polonia, República Checa y Hungría. Posteriormente, también se invitó a otros países de Europa del Este. Otro ejemplo se dio cuando los negociadores rusos dijeron que habían "discutido" su posición con Washington y se quejaron de la "estrechez de miras" de Estados Unidos.

¿Es así como habla alguien que quiere convencer a su interlocutor? ¿Es esto una señal de que Moscú no cree en el éxito de las negociaciones? "El ultimátum que Rusia había dado a Estados Unidos y a Occidente no tenía ninguna posibilidad de éxito desde el principio", dice el exviceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Georgy Kunadze, en una entrevista con DW. La retórica grosera de Moscú es más bien para el público de casa, señala. Las palabras afiladas no significan que los disparos vayan a producirse pronto, agrega.

Rüdiger von Fritsch afirma que "Rusia intenta ejercer la máxima presión"
Rüdiger von Fritsch afirma que "Rusia intenta ejercer la máxima presión"Imagen: picture-alliance/dpa/Tass/A. Geodakyan

Rüdiger von Fritsch, antiguo embajador alemán en Moscú, tiene una opinión similar. "Lo que estamos experimentando actualmente es un lenguaje fuerte derivado de una postura muy agresiva", declara a DW. "Rusia usa este lenguaje para intentar ejercer la máxima presión y cambiar el orden de paz europeo acordado conjuntamente y sus normas de forma unilateral y en detrimento de terceros", explica. No obstante, no se puede descartar por completo una nueva escalada, también en vista de "las tremendas expectativas del frente interno" en Rusia, que "ya deberían causar preocupación", apunta el diplomático.

Kiev quiere más armas de Occidente

Los expertos de Ucrania evalúan la situación de manera diferente. Tras el fracaso de facto de las conversaciones entre Rusia y Occidente, esperan un nuevo salto en las tensiones. "Mi pronóstico es que el siguiente paso de Rusia será una escalada", indica a DW el experto en política exterior Jewhen Mahda. Ucrania debe estar "preparada" para ello, asegura. Por esta razón, el exministro ucraniano de Asuntos Exteriores, Volodymyr Ohrysko, pidió más entregas de armas de Occidente.

¿Y qué señales envía Moscú? Alexander Grushko, jefe de la delegación rusa en las conversaciones con la OTAN, mantuvo la perspectiva de una desescalada sólo si se cumplían ciertas condiciones. Al respecto, mencionó la plena aplicación de los acuerdos de Minsk, el fin de los envíos de armas y la ausencia de programas de entrenamiento para el ejército ucraniano.

El experto ruso en política exterior y afín al Kremlin, Fyodor Lukyanov, explicó en el periódico gubernamental Rossiyskaya Gazeta cómo podría evolucionar la situación. Su valoración parece pesimista, pues describe las diferencias como "aparentemente insalvables". Según él, la brecha de percepción entre Rusia y Occidente es tan grande que podría producirse una "nueva y peligrosa escalada de tensión" para "obligar" a ambas partes a alcanzar nuevos acuerdos. No obstante, todavía no está claro qué podría pasar exactamente.

(mn/rr)