Contra la crisis económica: el modelo alemán
21 de diciembre de 2010Alemania no es conocida por ser una nación especialmente optimista. Al contrario. Sus habitantes tienden a observar los logros estatales con escepticismo, y preguntándose siempre si tendrán continuidad o no. Y los políticos no son ninguna excepción. Pero actualmente, la situación es distinta. Tanto la canciller como la oposición, todos se muestran satisfechos. Para Rainer Brüderle, el ministro de Economía, Alemania “se ha establecido como modelo”, y hasta el mismísimo líder de la oposición, Frank-Walter Steinmeier, del SPD se muestra contento de que el país haya salido “mejor parado de la crisis que los otros”.
“El mundo envidia a Alemania”
Pero los alemanes no serían alemanes si no se pararan a analizar en detalle la buena noticia: ¿cómo ha logrado Alemania salir tan bien parada de la crisis? “¿Qué hizo para ello nuestro país?”, pregunta la canciller en forma retórica, respondiendo ella misma a continuación: una economía innovadora con un núcleo industrial fuerte, la dinámica clase media. Y lo que es especialmente importante: “una alianza social fiable”. Así puede describirse, según Merkel, una economía de mercado social en la práctica. “Ahora, tras la crisis, muchos países del mundo nos envidian por esta economía de mercado social que hemos conseguido poner en práctica.”
Los costos del contrato a corto plazo
Efectivamente, la prueba es la buena relación entre trabajadores y empresarios durante la crisis económica. Un hecho que fue posible gracias a la ampliación a 24 meses del trabajo en tiempo reducido cofinanciado por el gobierno. De este modo, los empleados ya no son “temporales”, pero tampoco “despedidos” en el sentido literal de la palabra. Los salarios provienen, por una parte, de la Agencia Federal de Empleo, y por otra, de los empresarios. El trabajo a tiempo reducido como alternativa a los despidos, según Michael Hüther, director del Instituto Alemán de Economía, es una elección de los empresarios, aunque sólo bajo ciertas condiciones. Siete euros por hora laboral en la industria metalúrgica y electrónica habrían supuesto un total de 3.000 millones de euros que tendrían que ser asumidos por las empresas, calcula Hüther: “Esto sólo tiene sentido cuando se tiene una legítima esperanza en que se acabará superando la crisis”.
Exportación y construcción
¿Pero en qué basan los empresarios este optimismo? Ante todo, en los datos que demuestran que la economía social ha vuelto a ser mucho más competitiva en los pasados años. En el comienzo de la agenda de 2010 existían ya reformas fundamentales en el mercado laboral y en los sistemas sociales que habían empezado a notarse incluso antes de la crisis. A esto se añade el hecho de que los productos alemanes tienen una gran demanda a nivel mundial. La orientación exportadora, según Wolfgang Franz, director del Consejo Asesor para la Evaluación del Desarrollo de la Economía (Sachverständigenrats zur Begutachtung der gesamtwirtschaftlichen Entwicklung), ha sido siempre el punto clave, tanto antes como durante la crisis, y también ahora, una vez superada. “Esta orientación explica tanto la fuerte caída como la potente recuperación del desarrollo económico en Alemania”. Y también la elevada proporción de trabajadores cualificados en las industrias exportadoras.
El consumo interno se acelera
¿Puede esta orientación exportadora, no obstante, mantener ese crecimiento económico también en el futuro? ¿No debería contar en sus previsiones con una nueva caída vertiginosa, teniendo en cuenta el problema al que se enfrentan los países europeos vecinos, que son, además, los principales clientes de los empresarios alemanes? Los expertos advierten de ese posible escenario. Pero en este sentido, parece que Alemania va también por buen camino. En los últimos meses, el consumo interno privado ha crecido de forma clara. Los alemanes tienen ganas de comprar. Y esto es posible porque cada vez más de ellos tienen trabajo y, por lo tanto, dinero. En octubre, la Agencia Federal de Empleo registró un descenso del desempleo a menos de tres millones, y en noviembre, el jefe de la agencia Frank Weise manifestó: "El aumento del empleo es, en nuestra opinión, cada vez más estable y más amplio."
Un aumento de sueldos en numerosas empresas podría ser una posibilidad en el futuro próximo. Incluso el Ministro de Economía alemán, que hasta el momento no se había considerado como un político social, se ha mostrado a favor de salarios más altos.
Autora: Sabine Kinkartz / Lydia Aranda Barandiain
Editor: Pablo Kummetz