Conmoción en Estados Unidos
4 de febrero de 2003Fuentes tanto del Departamento de Estado como de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), descartaron tajantemente la posibilidad de que esta catástrofe haya sido provocada por un acto terrorista. Como medida de precaución, la NASA anunció la suspensión de los vuelos de los transbordadores espaciales hasta que se puedan identificar las causas de la tragedia del Columbia. El director del programa de los Transbordadores de la NASA, Ron Dittemore, indicó que es necesario llevar a cabo numerosas investigaciones y estudios antes de aventurar qué es lo que motivó la desintegración del Columbia. La investigación técnica de las causas de la catástrofe en la que murieron sus siete astronautas, podría tardar semanas o incluso meses.
Comienzan investigaciones
En el aspecto técnico, los expertos de la NASA han reconocido que detectaron problemas de temperatura en la parte izquierda del Columbia minutos antes de desintegrarse. Unos siete minutos antes de que se perdiera el contacto con el Columbia, se detectaron problemas con los sensores que miden la temperatura en diversas zonas de la nave y las envían por radio a Houston. Esas mediciones mostraron niveles inusuales de temperatura en varias zonas de la parte izquierda del Columbia, especialmente en el ala izquierda, junto con pérdida de presión en la rueda del tren de aterrizaje de ese lado. Los expertos de la NASA coincidieron en que, hasta que se detectó el calentamiento excesivo, todos los trabajos de aproximación a la tierra del transbordador se habían realizado de manera 'impecable'.
Se desintegró a temperaturas de 1.1000 grados
El Columbia se desintegró a unos 62 kilómetros de altura, durante la fase crítica de su proceso de aterrizaje. La fricción con la atmósfera produce unas temperaturas enormes y la nave debía realizar un giro sobre su eje para poner proa hacia Florida. Los investigadores pusieron inmediatamente su atención en el día del lanzamiento, el 16 de enero pasado. Apenas un minuto después de iniciar su vuelo, un fragmento de espuma aislante del depósito de combustible exterior del Columbia se desprendió y golpeó el ala izquierda del transbordador. En esa misma ala se comenzaron a detectar los problemas de los sensores de temperatura siete minutos antes de la catástrofe. Antes del aterrizaje, los responsables de la misión estudiaron las imágenes del lanzamiento y llegaron a la conclusión de que, si el fragmento de aislante causó algún tipo de daño a la cubierta de losas cerámicas que protege el exterior de la nave, el efecto debía ser mínimo.
Los transbordadores tiene más de 20.000 de esas losetas de material cerámico que absorben el calor que se genera con la fricción de la atmósfera. Las losetas se calientan a más de 1.100 grados centígrados, pero en el borde de ataque de las alas alcanzan más de 1.600 grados. Un problema en la cubierta cerámica puede conducir a un calentamiento en el interior de la nave y a consecuencias potencialmente catastróficas. Cuando se desintegró, el Columbia viajaba a más de 20.000 kilómetros por hora, unas 18 veces la velocidad del sonido.
Una segunda teoría
Otra posibilidad que han comenzado a apuntar varios expertos en vuelos espaciales es que se registrara un colapso estructural total debido a un problema en el ángulo de aproximación del Columbia a la tierra. Los transbordadores espaciales inician el proceso de aterrizaje con un breve encendido de los motores para acercarse a la atmósfera. A continuación, se apagan los cohetes y la nave se limita a planear, en un vuelo controlado por computadoras. A fin de reducir la velocidad, que alcanza más de 25.700 kilómetros por hora, la naves realizan una serie de giros destinados a aumentar la fricción para obtener un frenado aerodinámico.
El Columbia se desintegró en el momento en que debía realizar un fuerte giro sobre su eje para frenar aún más y encarar la ruta de aproximación hacia la pista de Cabo Cañaveral (Florida). En esas circunstancias, cualquier problema o error puede ser muy grave.