CSM2019: un laboratorio para la alta diplomacia
14 de febrero de 2019Con la inauguración de la Conferencia de Seguridad de Múnich, este viernes (15.02.2019), no solo se da inicio a 48 horas de un apretado programa con decenas de eventos donde hacen su aparición jefes de Estado, ministros de Defensa pronuncian discursos y debaten ministros de Exteriores de diversas orientaciones políticas. La conferencia es un verdadero laboratorio donde se experimenta con las posibilidades diplomáticas, tarea que comienza con un tanteo de las diferentes posturas y un sondeo de los puntos en común. Y esto se produce, muchas veces, a puertas cerradas.
Tal vez eso tenga que ver también con el lugar donde se desarrolla la conferencia, el tradicional hotel Bayerischer Hof, un lugar especialmente indicado para la diplomacia de trastienda. Sus alfombras amortiguan los pasos, e incontables escaleras y pasillos abren bifurcaciones en los caminos que llevan a las cerca de 340 habitaciones. De ser necesario, incluso se puede evitar a curiosos reporteros y fotógrafos. La cúpula de la Conferencia de Seguridad de Múnich reservó 100 cuartos para reuniones confidenciales, que son entregadas por 30 minutos.
Plataforma para la política operativa
"La Conferencia de Seguridad de Múnich es un lugar donde se pueden probar ideas, desarrollar alianzas y organizar preparativos para que avancen procesos de paz, o para que comiencen”, explicó Wolfgang Ischinger, quien dirige el encuentro desde hace muchos años. Mencionó como ejemplo las negociaciones sobre el tratado sobre armas nucleares estratégicas "New START”. Según publicó en febrero de este año la revista "Política Internacional”, las negociaciones surgieron de conversaciones al margen de la Conferencia de Seguridad de Múnich de 2009. Dos años más tarde, la entonces secretaria de Estado de EE. UU., Hillary Clinton, y su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, firmaron los certificados de ratificación del tratado, también en Múnich, y otra vez al margen de la conferencia.
Es decir que, si el público se reduce durante un discurso de la canciller alemana, Angela Merkel, o del vicepresidente de EE. UU., Mike Pence, no será porque los participantes del encuentro se hayan ido a comprar suvenires de Múnich, sino porque tal vez estén en una de las reuniones bilaterales, de las cuales solo el año pasado se realizaron cerca de 2.200, según datos de los organizadores. Esos encuentros bilaterales, y a veces trilaterales, se han convertido en parte esencial de la conferencia, subrayó Tobias Bunde en conversación con DW. "Para muchos gobiernos, la Conferencia de Seguridad de Múnich es una forma efectiva de reunirse con otros representantes gubernamentales de manera rápida y eficiente, en lugar de hacer viajes de miles de kilómetros”, dijo Bunde.
En lugar de fina diplomacia, actualmente la política exterior está determinada, muy a menudo, por los tuiteos. Especialmente el presidente de EE. UU., Donald Trump, sorprende una y otra vez con decisiones de política exterior comunicadas a través de Twitter. Pero para Angela Merkel, por ejemplo, las conversaciones con amigos y oponentes en el marco de la Conferencia de Seguridad de Múnich no han perdido nada de su importancia.
"Estamos hoy ante una serie de conflictos, y el mundo, si bien ya no es bipolar, presenta conflictos locales y nuevos desafíos, como el terrorismo. Por eso, que hablemos los unos con los otros es tan importante como lo fue durante la época de la Guerra Fría”, señaló la canciller Merkel. Al menos, este año se espera, entre otros, a la mayor delegación estadounidense de todos los tiempos. Además del vicepresidente, Mike Pence, también estarán presentes el ministro de RR. EE., Mike Pompeo, el ministro de Defensa en funciones, Patrick Shanahan, y la portavoz de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi. Eso permite esperar que también en Washington se busquen caminos más allá de la diplomacia a través de Twitter.
(CP/ERS)
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