Con Trump, “más oportunidades para China en Latinoamérica”
14 de enero de 2017Donald Trump asumirá el 20 de enero y, como prometió en campaña, seguramente no le prestará mucha atención a América Latina. Oliver Stuenkel es profesor de relaciones internacionales de la Fundación Getúlio Vargas (FGV) en Brasil, y sostiene que es poco probable que exista una política específica de Trump para la región. Esto traerá como consecuencia un nuevo aumento de la influencia china, como ya ocurrió con el gobierno de George W. Bush.
"China tendrá ahora muchas oportunidades porque por primera vez en bastante tiempo hay un consenso en la región, especialmente en Brasil y Argentina, de que las esconomías deben abrirse", asegura Stuenkel.
¿Cómo cree que serán las relaciones del gobierno de Trump con América Latina?
El impacto será más indirecto que directo. En política exterior, las grandes cuestiones para Estados Unidos tienen que ver con Rusia, China y México. Hace un tiempo que no tienen un proyecto claro para América Latina. No tienen un plan que vaya más allá del combate al narcotráfico o la cuestión migratoria. Ahora bien, el impacto indirecto será grande, ya que estamos ante un mundo de incertidumbre. Se vive una ola de proteccionismo y un aumento de la inseguridad geopolítica que dificultan una mayor inserción de la región en la economía global.
¿Esa falta de estrategia hará que China se acerque más a la región?
Sin duda. China tendrá ahora muchas oportunidades porque por primera vez en bastante tiempo hay un consenso en la región, especialmente en Brasil y Argentina, de que las esconomías deben abrirse. Y mientras Estados Unidos quiere cerrarse, va a ser China la que atienda esa demanda. Creo que vamos a tener una situación parecida a la de los gobiernos de George W. Bush [2001-2009], que no prestó ninguna atención a América Latina. En ese momento la influencia china se disparó, y es probable que ahora suceda lo mismo.
¿Cómo será ese proceso?
Como América Latina es considerada el patio trasero de los Estados Unidos, China teme que su influencia sea muy visible. Porque, desde el punto de vista de Pekín, esto podría ser visto como una provocación contra Washington. Los chinos, en este momento, no tienen por qué provocar a los norteamericanos. Del otro lado, las elites latinoamericanas todavía no perciben que China es, en muchas áreas, mucho más influyente que Estados Unidos. Incluso la izquierda, obsesionada con la posible influencia estadounidense, no se preocupa mucho por china.
¿Esa influencia se dará también en lo político?
Tendremos, cada vez más, influencia china en la política. Pero ellos no querrán intervenir de un modo directo. Su tarea va a estar enfocada en lo diplomático, en las relaciones que los países tengan con Taiwán o el Dalai Lama. Es una estrategia sutil y, a los ojos de los ciudadanos, menos visible porque no va a venir acompañada de una intervención cultural como en el caso de Estados Unidos. Es dificil detectar este proceso, pero se está dando y en muy poco tiempo China va a ser el país más importante para la región.
En África, China tiene una imagen de potencia pos-colonial, ¿será distinto en América Latina?
China cometió muchos errores y aprendió bastante en África. Los chinos se van a detener en la economía, y no en la política. China hará todo lo que esté a su alcance para evitar ser percibida como una potencia colonial.
¿Cómo será la reorientación de los países de la región en relación con Pekin?
Es necesaria una reorientación estratégica. Es más simple mirar al norte que a China, un país muy lejano y distinto. Requiere de una adaptación no solo de la política exterior, sino de la sociedad como un todo. Chile lo hizo bien. Brasil es tal vez el país menos preparado ya que carece de especialistas en el tema. Y este es un momento clave, en el que se puede aprovechar la nueva dinámica entre Estados Unidos y China.
¿Es posible que Brasil pueda ganar por los dos lados?
Es lo que tiene que suceder. Brasil es un actor importante tanto para Washington como para China. China nos ve como productores de alimentos y materias primas (mientras que a Europa la considera un mercado de consumidores de productos chinos). Por su parte, para Estados Unidos, Brasil es un país importante porque es una de las principales democracias del mundo, además de un gran amigo en la región. Brasil tiene una oportunidad histórica y está sin duda muy bien posicionada para ganar doblemente en esta competencia entre Washington y Pekín.
Autor: Fernando Caulyt