Yvo de Boer será extrañado

Como las sorpresas que suele dar El Niño. Así de inesperado fue el anuncio hecho este jueves (18.2.2010) por el neerlandés Yvo de Boer en la ciudad de Bonn: el político de 55 años renunció al cargo de Secretario Ejecutivo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), puesto que venía detentando desde septiembre de 2006. De Boer consumará su dimisión el 1º de julio para trabajar en el sector privado como asesor de la compañía de consultoría empresarial KPMG en materia de protección ambiental y desarrollo sostenible, además de colaborar con varias universidades. “Con de Boer se va el gran timonel del proceso climático”, se lamentó el director de política climática del influyente grupo ecologista Greenpeace, Martin Kaiser.

¿Se ha dado por vencido?

“Una decisión difícil”; así describió el propio de Boer el camino tomado: “Pero yo creo que llegó la hora de que yo asuma nuevos retos”, agregó la máxima autoridad de la ONU en asuntos climáticos en el comunicado con el que hizo pública su retirada. En ningún momento criticó directamente a instancia alguna ni atribuyó culpas por el aparente fracaso de la XV Conferencia Internacional sobre el Cambio Climático de Copenhague; sin embargo, el diplomático dijo estar convencido de que “soluciones verdaderas” a la crisis climática deben ser halladas en el ámbito de la economía privada y la industria. De Boer ve la posibilidad de ejercer influencia en este campo.

La renuncia de de Boer tiene lugar en un momento en que el proceso de negociación global en torno la reducción de las emisiones que propician el calentamiento de la atmósfera está estancado. Antes de la cumbre de Copenhague, el secretario de la CMNUCC había hecho presión para obtener de ella resultados significativos y advertido acerca de los peligros de no llegar a un consenso. Pero después de la frustración generalizada que la misma dejó, fue él quien se vio presionado para crear las condiciones apropiadas para que la próxima conferencia climática –a celebrarse en Cancún, México, a finales de 2010– culmine con la firma de un acuerdo vinculante.

Kioto está por caducar

Ese acuerdo debe sustituir al Protocolo de Kioto, que caduca en 2012, pero las perspectivas no lucen nada esperanzadoras; después de todo, otra de las secuelas negativas de la fracasada ronda de Copenhague es la creciente desconfianza en la ONU como plataforma central para las negociaciones en materia ambiental, energética y climática. De Boer se encargará de organizar la conferencia preparatoria de mayo en Bonn, pero es su sucesor quien deberá encargarse de propiciar resultados sustanciales en México.

Autora: Irene Quaile / Evan Romero-Castillo

Editora: Emilia Rojas Sasse