Comunidad internacional cree en Colombia… ¿qué tanto?
4 de febrero de 2005
"Colombia va por el camino adecuado", afirmó Enrique Iglesias, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), durante la reunión en Cartagena de Indias estos 3 y 4 de febrero del llamado Grupo de los 24 que componen la Mesa de Coordinación y Cooperación Internacional que apoya una salida pacífica al conflicto generado por la guerrilla, el paramilitarismo, el narcotráfico, el terrorismo y una de las distribuciones de la riqueza más injustas del continente americano.
Más compromiso de las sociedades consumidoras
La creciente influencia del narcotráfico y el terrorismo, globalizan el conflicto colombiano, convirtiéndolo en "uno de los más difíciles del mundo", reconoce Iglesias. No en vano, la sociedad colombiana clama y reclama desde hace años más compromiso, en particular de los países consumidores de estupefacientes, proveedores de armas y productores de precursores químicos para la fabricación de cocaína y heroína. Aún así, es probable que el apoyo a Uribe no se hubiera dado sin el compromiso del presidente colombiano a adelantar un proceso de paz con las autodefensas sin impunidad. Una promesa condicionada por el mismo mandatario a la "credibilidad, el equilibrio y la universalidad".
"El conflicto colombiano es también nuestro"
A su vez, y a nivel internacional, Iglesias cree que la construcción del futuro en Colombia depende "de una paz dialogada y basada en la verdad, la justicia y la reparación". Además de la "participación de la ciudadanía y un plan de desarrollo integral". El presidente del BID considera que la obligación de la Comunidad Internacional es "asumir el conflicto (regional) como algo propio". El conflicto, según datos oficiales, le cuesta a los colombianos un 4% del PIB. “El terrorismo tiene un generoso financiador que es el narcotraficante internacional, que le da a este problema un carácter único en la historia", explicó Iglesias. El dirigente financiero mundial advirtió además, que el problema de la expansión de la producción, el lavado y los precursores a otros países de América y el mundo son evidentes.
Al mismo tiempo, Iglesias destacó el crecimiento logrado por la economía colombiana en 2004, cercano al 4% y que seguramente será similar en 2005, el equilibrio fiscal que se tiene, el aumento de las reservas, el control de la inflación y el programa de familias guardabosques, apoyado, especialmente por Alemania, entre otros.
Desconfianza en transparencia del Estado
Iglesias concluyó con que ahora lo fundamental en el proceso de pacificación de Colombia debe ser la atención social, económica e institucional. Propósitos en los que no cree la ONG KolKo de Berlín que dice estar convencida de que "Uribe no tiene la voluntad de solucionar ni los problemas generadores del conflicto ni los causados por el mismo."
Europa debe ayudar y no moralizar
De otra parte, Liduine Zumpolle, ex directora de la sección latinoamericana de Pax Christi Holanda, considera que "todo esfuerzo por proteger a la ciudadanía y reducir el número de fusiles y criminales en las calles y campos colombianos es loable y digno de apoyar". Zumpolle hace un llamado a través de DW-WORLD a toda la comunidad internacional, incluidas las ONGs, y a la Unión Europea, en especial, a "dejar de moralizar y hacer exigencias que en ningún otro país se han hecho o practicado". Ni en los procesos de paz en América Central ni en el extinto régimen segregacionista de Sudáfrica hubo antes un marco jurídico perfecto preliminar.
Desigualdad: la brecha entre Colombia y Europa
Los Gobiernos colombianos han sido vistos, tradicionalmente, por Europa con cierta reserva y hasta con recelo. De eso no sólo tiene la culpa la diplomacia clientelista y de cocktail que aún practica Colombia, ni la exitosa diplomacia guerrillera de cabildeo antigubernamentalista, ni la "política de seguridad" de Uribe, sino el monstruoso hecho de que sólo el 5% de los colombianos poseen el 80% de la riqueza nacional. En otras palabras: mientras un rico en Colombia dispone de 100 pesos, un ciudadano de la clase media tiene 3 y un pobre 80 centavos. Así que un rico tiene 100 veces lo de cualquier otro ciudadano y uno de clase media casi 4 veces lo de un pobre. En Colombia se muere hoy de hambre. Ante ésto, la tan cacareada frase de que "Colombia es la democracia más antigua de América Latina" empalidece.
En Colombia falta "cultura política de la oposición"
La reprobable desigualdad y los vicios clasistas de la sociedad colombiana son quizás, la brecha más profunda para la comprensión entre europeos y colombianos. Por eso las críticas bogotanas de que "Europa es buena para criticar pero no para ayudar a la hora de la verdad", no calan ni en Bruselas, y mucho menos en Berlín o París. Para Wolf Grabendorff, de la Fundación Friedrich Ebert, "no es suficiente desmovilizar paramilitares o guerrilleros si no hay equidad social". Pero la equidad social no se logra en un país en donde el sólo término "oposición" tiene una connotación despectiva. Y sin oposición democrática no hay tampoco "seguridad democrática".