Comité de Helsinki critica medidas antiinmigración húngaras
7 de agosto de 2015
El Comité de Helsinki criticó este viernes (07.08.2015) a Hungría por las medidas adoptadas recientemente para obstaculizar la masiva llegada de refugiados, como la de devolverlos a la vecina Serbia, o alargar su detención después de ingresar en el país. “En Serbia no existe un sistema de asilo que funcione”, advirtió Gabor Gyulai, coordinador del programa de inmigración del Comité Helsinki de Hungría (HB), al denunciar que Budapest haya reconocido a Serbia como un tercer país seguro para los refugiados, con el fin de poder denegar su entrada en Hungría, de acuerdo con el reglamento Dublín II.
En el informe del HB se advierte también de que “Serbia de ninguna manera es un tercer país seguro ya que el acceso a la protección internacional no existe allí, tal como lo asegura el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR)”. La organización advirtió de que algunas de las medidas adoptadas recientemente por el gobierno del primer ministro húngaro, el conservador Viktor Orban, son contrarias a los acuerdos internacionales al respecto.
La limitación a un máximo de quince días del plazo para concluir el trámite de una solicitud de asilo o el contacto con las autoridades del país de origen para poder identificar a los inmigrantes sin documentación son otras de las medidas de la nueva ley húngara criticadas por la organización.
Condena, asimismo, el aumento de 12 a 36 horas del máximo de la detención inicial para registrar a los inmigrantes, más aún porque esto ocurre en “condiciones seriamente inadecuadas”, con insuficientes servicios de higiene. Además del endurecimiento de la legislación, Hungría construye una controvertida valla alambrada de 175 kilómetros de longitud en la frontera sur, la que limita con Serbia, de donde llega a territorio húngaro el 99 por ciento de los inmigrantes en busca de refugio en la Unión Europea (UE).
Hungría es uno de los países de la UE que afronta un mayor flujo de inmigrantes, aparte de los miembros mediterráneos, si bien muchos de ellos no se quedan en el país sino que intentan llegar a otras naciones como Austria o Alemania. En lo que va del año, las autoridades húngaras han interceptado a más de 100.000 inmigrantes, por los 19.000 que lo fueron en 2013. (EFE)