Comienza la Semana Verde de Berlín
16 de enero de 2014Filete de canguro australiano acompañado de cerveza africana y, como postre, dátiles de los oasis de Arabia Saudita. Hablando de comida en Berlín, la Semana Verde sería la dirección adecuada: una feria que se celebra en la capital alemana desde 1926. Actualmente, lo que comenzó como un intercambio de productos locales, se ha convertido en una atracción culinaria y desde hace años, en la feria especializada más grande del sector.
“Es toda una muestra de la industria agropecuaria y plataforma de encuentro de la política agraria de todo el mundo. Es un evento único y un enorme evento mediático, con periodistas de 70 países”, declaraba el director de la feria, Christian Göcke, refiriéndose a los 1.650 expositores de 70 países. En total se esperan unos 400.000 asistentes y 70 ministros de Agricultura. Para estos últimos, es una plataforma política para analizar y discutir el futuro del sector, aclara Joachin Rukwied, presidente de la Asociación Alemana de Agricultores: “¿Cómo garantizar el alimento ante el crecimiento demográfico mundial? ¿Cómo hacerlo atendiendo al respeto al medio ambiente?”. En este foro se discutirán las respuestas y las condiciones marco para el comercio agrario en un entorno global.
Cría de animales en masa
En Alemania existen 290.000 empresas de agricultura y ganadería con un valor de producción en 2013 cercano a los 56.000 millones de euros. Las perspectivas del sector continúan siendo positivas, aclara Rukwied. Sin embargo, eso podría ponerse en duda en el caso de la ganadería, debido a las críticas desatadas a raíz de escándalos sobre uso de antibióticos y hormonas.
Para el presidente de la asociación, esas críticas no son ciertas. Asegura que en comparación con otros países, en Alemania casi no se practica la cría de animales en masa. “Es un concepto de batalla usado por los que están en contra de la ganadería moderna”, afirma. Y añade que el debate es un show político, que trata de "una visión muy idealizada de la agricultura, que en mi opinión no se puede imponer y que despojaría de su futuro a las familias de campesinos.
Advertencia de la Oficina de Medio Ambiente
Rukwied se refiere sobre todo a las exigencias de una ganadería ecológica y acorde con cada especie. Algunas asociaciones medioambientales lo exigieron en una manifestación en Berlín poco antes de la Semana Verde, organizada bajo el lema: “Estamos hartos de la industria agraria”. Para el presidente de los campesinos, hay disposición para discutir, pero solo con gente que pueda argumentar con conocimiento de causa. “No estamos dispuestos discutir con grupúsculos que atacan la agricultura, difaman y provocan miedos publicando falsedades. Claramente no”, subrayó.
En la Semana Verde, también la Oficina Federal de Medioambiente advierte de las consecuencias de la cría de animales en masa. Los perjuicios para el aire y el agua que causa el nitrógeno liberado son dramáticos en las regiones alemanas donde están las grandes empresas. Para el presidente del organism, Thomas Holzmann, “la peor situación es la del norte y el oeste de Alemania y eso se debe las intensiva ganadería y al suelo permeable. Si ambas cosas coinciden, habrá problemas con el agua potable, algo que no se puede cuestionar.”
¿Lo ecológico es caro?
Por el contrario, los ganaderos se escudan en la industria de la alimentación, también bajo la lupa tras los últimos escándalos de alimentos precocinados que incluían carne de caballo. Actualmente, el consumidor pide cada vez más información y el escepticismo contra los procesos de fabricación es cada vez mayor, aclara Christoph Minhjoff, director de la Asociación Alemana de la Industria Alimentaria.
La mayoría de los alemanes sin embargo continúa viendo al precio como principal argumento de compra. Para algunos de los procesos parece que no hay alternativa y un uso racional de las materias primas significaría un aumento de costes. “No hay financiación para inversión e innovación y faltan nuevos procesos de producción o nuevos productos innovadores”, dice Minhoff.
Con 175.000 millones de euros de volumen de negocio y más de medio millón de empleados, la industria de la alimentación es la cuarta en volumen de Alemania y, para el año que viene, cuenta con un aumento de precios del 4%.