¿Comienza a ceder Irán?
27 de enero de 2006
El subdirector del OIEA para Salvaguardas (controles), el finlandés Olli Heinonen, se encuentra desde el miércoles pasado en la capital iraní para reunirse con los responsables del programa atómico de la República Islámica. "La promesa de poder visitar Lavizan (en las afueras de Teherán) fue la condición para que Heinonen hiciera ese viaje", dijo una fuente de la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA), consultada en Viena por la agencia de noticias EFE.
Visitar Lavizan
Teniendo en cuenta unas imágenes tomadas por satélite, EEUU denunció que Irán derrumbó al principio de 2004 todos los edificios del complejo de Lavizan, antes de poder ser inspeccionado por la OIEA. Ahora, el organismo nuclear de la ONU quiere tomar muestras medioambientales para determinar si se llevaron a cabo en la zona experimentos con uranio enriquecido, un material que tiene aplicaciones tanto civiles como militares.
La promesa de Irán se produce poco antes de una reunión urgente de la Junta de Gobernadores del OIEA, que se celebra el próximo jueves en Viena y es -según diplomáticos consultados- un nuevo intento de evitar ser denunciado ante el Consejo de Seguridad.
La reunión será la ocasión para "recordar" a Irán que debe cumplir sus obligaciones en materia de no proliferación nuclear y "crear las condiciones" para que reanude las negociaciones, opinó por su parte el presidente francés, Jacques Chirac.
Soluciones que vienen de Rusia
Del otro lado del conflicto nuclear, el jefe del Consejo Supremo de la Seguridad Nacional iraní, Ali Larijani, calificó hoy de "insuficiente" la propuesta de Moscú de permitir a Irán enriquecer su uranio en territorio ruso. "El proyecto ruso tiene capacidades limitadas, que no son suficientes para la tecnología nuclear iraní". Pese a las reticencias, Irán no descarta por completo la oferta rusa, que tiene el respaldo de los países occidentales como salida al problema.
Pero ésta no ha sido la única propuesta enviada desde Rusia: para evitar este tipo de conflictos, los rusos consideran que sería sensato crear centros internacionales de producción y comercialización de combustible nuclear bajo el estricto control de la comunidad mundial. El presidente de EE UU, George W. Bush, respaldó la idea rusa. "Creo que es un buen plan", dijo Bush en una rueda de prensa en la Casa Blanca, en la que dejó claro que está dispuesto a respaldarlo.