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"Comer menos carne protege el medio ambiente"

Martin Koch / DZ16 de noviembre de 2012

Si cada alemán renunciara a una hamburguesa semanal, podría ahorrar tantos gases invernaderos como los producidos por un auto en 75 mil millones de kms., según la WWF.

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Imagen: picture-alliance/dpa

Cada alemán aporta al mundo, merced de su estilo de vida, un promedio de 11 toneladas anuales de CO2. Es la llamada "huella de carbono". La organización conservacionista Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés) ha investigado cuánto de ese CO2 se debe a la dieta.

En su estudio "Cambio climático en el plato", los científicos analizaron la cantidad de gases invernadero que se producen en la elaboración de los alimentos. Desde el cultivo de forraje para el ganado vacuno, porcino y avícola, pasando por el transporte en Alemania, el almacenamiento y hasta la preparación. Todo eso estuvo en los cálculos. Incluso la llamada "emisión indirecta" fue considerada, como por ejemplo la conversión de bosques tropicales en cultivos destinados a la alimentación animal.

Un asado de 20 kilómetros

Y los resultados son impresionantes, en especial para un país de conductores como Alemania: "Si nosotros solamente comiéramos carne un día menos a la semana, podríamos ahorrar hasta nueve millones de toneladas de CO2. Hemos hecho la conversión y llegamos a que deberíamos manejar 75 mil millones de kilómetros menos en auto para alcanzar los mismos resultados", dice Tanja Dräger de Teran, consultora de la WWF para el cambio climático y la nutrición. Y para aquellos que quieren saberlo todo, añadió con una sonrisa: "La huella de carbono para un cerdo asado es de aproximadamente dos mil gramos. Un auto produce alrededor de 120 gramos por kilómetro, lo que quiere decir que un asado de cerdo equivale a 20 kilómetros en auto".

Sin embargo, esto no debe llevar a pensar que por no comer carne, alguien podría acumular kilómetros en auto con la conciencia tan tranquila, dice Dräger de Teran en conversación con DW. Al contrario, lo que habría que hacer es limitar el uso del automóvil y también el consumo de carne. "Debemos reducir las emisiones de dióxido de carbono, y debemos hacerlo en todos los lugares donde sea posible. Cada aporte es importante".

Cambio climático para la salud y el bolsillo

La WWF recibió apoyo de ONGs como "Pan para el mundo" en este estudio. Su experto agrícola Stig Tanzmann indica que debido al incremento que ha tenido el consumo de carne a nivel mundial, se utiliza más y más espacio para el cultivo de alimento para animales o para el pastoreo. Como consecuencia, por ejemplo, cada vez más y más nativos sudamericanos son expulsados de sus tierras para ser éstas utilizadas para el cultivo. Además, el uso de fertilizantes y pesticidas está aumentando.

Pero para Alemania también tendría algunas ventajas la reducción en el consumo de carne, como por ejemplo para el sistema de salud, recalca Tanzmann: "Muchas de las enfermedades cardíacas se derivan del excesivo consumo de carnes y grasas". Por ello debiera el gobierno tomar medidas más fuertes en las escuelas para promocionar activamente una dieta pobre en carne. Pero está difícil, porque debe luchar contra los intereses de una industria que espera que el consumo de carne siga siendo alto".

Además de restringir el consumo de carne hay otro aspecto importante, que de acuerdo a la experta Tanja Dräger va de la mano con el cambio climático: Si los alemanes solamente compraran lo que necesitan, no debieran deshacerse de tanta comida y podrían ahorrarse unos 800 kg de CO2 por persona anualmente. Y eso tendría un efecto secundario positivo, dice Dräger: "Si tuviéramos que eliminar menos cosas, una familia con cuatro miembros ahorraría al año unos 1.200 euros".

Autor: Martin Koch / DZ
Editor: José Ospina-Valencia