Columbine: dilema del mundo desarrollado
20 de abril de 2009A principios de marzo un chico de una familia acomodada en la idílica localidad de Winnenden, en el rico estado de Baden Wüttenberg, asesinó a 15 personas en su colegio y en la vecina localidad de Wendlingen. El padre del joven poseía 15 armas de fuego y tenía kilos de munición: 4.600 balas de distinto calibre, contó la policía.
El padre del joven, que pertenecía a un club de tiro, tenía el arsenal bajo llave según lo establecen las leyes alemanas, excepto la pistola semiautomática Beretta que utilizó su hijo para ajusticiar a 15 inocentes y luego suicidarse.
La masacre de Winnenden puso el dedo en la llaga: Alemania está armada hasta los dientes. La policía estima que hasta 10 millones de armas se encuentran en propiedad privada y unos 20 millones más circulan de manera ilegal. Tan sólo en Berlín hay registradas 56.377 rifles, metralletas y pistolas de distinto calibre.
Columbine quedó marcado en la memoria
El lunes 20 de abril hace diez años los estudiantes Eric Harris y Dylan Klebold irrumpieron en el Instituto Columbine de Littleton armados con dos escopetas, una carabina semiautomática y una subametralladora.
En menos de una hora acabaron con la vida de 12 estudiantes, un profesor y luego se suicidaron. 23 personas más quedaron heridas. Los chicos prepararon el atentado con mucha antelación, llegando a acopiar una docena de armas, sin que nadie se percatara de ello. La masacre desencadenó una discusión sobre las leyes de posesión de armas.
En la mayoría de los 50 Estados de la Unión Americana, los ciudadanos pueden comprar sin restricciones hasta metralletas semi-automáticas. Las armas de fuego matan cada año a unas 30.0000 personas en Estados Unidos, el 40 por ciento de los casos son homicidios, pero el resto son sucidios.
Expertos estiman que más ciudadanos estadounidenses mueren como resultado de las relajadas leyes de posesión de armas, que en Irak. Un 45% de los hogares estadounidenses cuenta con un arma de fuego y éstos tienen un peso importante en el electorado.
También en Alemania se discute sobre una regulación más estricta de posesión de armas. El presidente de la comisión parlamentaria para la política del Interior, Sebastian Edathy, señala sin embargo que las leyes vigentes no son el problema central, sino más importante es que en el grupo familiar, en los clubes y en la escuela se detecte a tiempo cuando un joven comienza a aislarse.
Tal es la discusión que partió hace diez años hacia el resto del mundo, a partir de los sucesos trágicos de Columbine, y que aún no acaba de resolverse.
Autora: Eva Usi
Edición: Enrique López