Colombia acude a la Berlinale con una historia de amor trans
20 de febrero de 2023El documental colombo-francés "Transfariana" cuenta la inesperada historida de amor entre una extrabajadora sexual transgénero (Laura Zamora) y un militante de las FARC (Jaison Murillo) en el centro penitenciario de máxima seguridad La Picota, en Bogotá, que desemboca en un diálogo entre activistas trans y farianos (como se conoce a los integrantes de las FARC). Todo esto, en medio del proceso de paz entre el Gobierno colombiano y la guerrilla, que buscaba poner fin al conflicto armado interno, y que se terminó sellando en un acuerdo en 2016.
En entrevista con DW, la extrabajadora sexual transgénero y activista Daniela Maldonado, una de las protagonistas principales del documental, cuenta detalles de ese acercamiento y por qué Laura no pudo acudir al festival de cine alemán.
Maldonado es una de las fundadoras de la Red Comunitaria Trans, que nació en el barrio Santa Fé, en Bogotá, históricamente marginado y conocido por ser hogar de muchas mujeres trans.
DW: Daniela, ¿qué te motivó a participar en "Transfariana" y cómo llegas a ser parte del documental?
Daniela Maldonado: Durante el proceso de paz, en la Red Comunitaria Trans empezamos a hacer pedagogía e involucrarnos más en temas de participación política. Porque, a pesar de que nosotras también somos víctimas del conflicto armado y del desplazamiento, nunca se nos ha reconocido ni tampoco se nos ha reparado. Debido a que nosotras trabajamos en prisiones y también haciendo trabajo comunitario con personas trans en el barrio Santa Fé, los productores del documental se nos acercaron. Les interesó darle voz al tema.
En ese proceso, conocimos lo que hacían las FARC y nos invitaron, para enseñar e intercambiar aprendizajes, a sus zonas veredales (áreas de ubicación temporal de los integrantes de las FARC durante el proceso de dejación de armas). Debido a que ellos vivían en la ruralidad, había cosas que no entendían, como qué es ser trans.
A pesar del conocido rechazo de las FARC a los temas LGBTIQ, ustedes accedieron a ir a hablar con ellos. ¿Te dio un poco de miedo cuando llegó esa invitación?
No, porque había temas, como la justicia social, que parecían afines. Aunque tenemos luchas muy diferentes, había puntos en común. Las FARC desplazaron también a personas trans de sus lugares de origen, pero al final esta era una oportunidad para que ellos aprendan. Ellos nos decían: "A nosotros nos enseñaron desde niños que ser trans era pecado, que no era de Dios, que eso no se veía en las FARC”.
En ese tiempo, es cuando Laura y Jaison comienzan una relación en la cárcel. Laura, que también es una activista muy importante y es parte del proyecto que tenemos con mujeres trans privadas de la libertad, no pudo viajar a Berlín porque sigue pagando una pena injusta de 52 años en Bogotá.
Contextos de pobreza, exclusión y falta de oportunidades
¿Por qué es injusto que Laura, la protagonista principal del documental, haya sido condenada a esa pena?
Laura es la única persona trans en Latinoamérica con una pena así y, además, por una cantidad de delitos que nunca se revisaron bien. Tampoco tuvo una buena defensa. No voy a decir los delitos para que el público vea el documental, pero es demasiado injusto. Laura es una trabajadora sexual trans que, como muchas, vive en contextos de pobreza, de exclusión y de falta de oportunidades. Si eres así, te hacen la vida imposible en el colegio, sufres violencia sexual o de todo tipo y te hacen desistir de estudiar.
Luego terminan en las calles haciendo diferentes tipos de cosas para sobrevivir. Muchas veces terminan en la cárcel por delitos de hurto o drogas, pero los que siempre pagan las culpas son el eslabón más pequeño de la cadena. Queremos que se vuelva a revisar el caso de Laura y que otras organizaciones apoyen, porque es importante que ella, al menos, tenga un debido proceso.
¿Qué tan importante es darle visibilidad a esta problemática que padecen, en general, muchas mujeres trans de la región?
Es muy importante porque aborda una problemática que toca a las mujeres trans trabajadoras sexuales. Se criminaliza la identidad y el trabajo que se ejerce. Luego, mostramos el tema de las mujeres trans en la cárcel: muchas trans terminan privadas de su libertad porque no tienen un debido proceso. Es como una triple criminalización: te juzgan por tu delito, por ser trans y por ser trabajadora sexual. Todo eso hace que la pena sea más alta, porque desde antes ya hay un sesgo. Cuando una mujer trans va a un juicio sabe que está en una posición muy desigual.
"Todo por hacer"
Ahora que las FARC son un partido político, ¿les han prometido algo?
No. En algún momento nos invitaron a ser parte de su partido, pero nosotras queremos tomar nuestras distancias. Preferimos luchar desde nuestro lado. No apoyamos partidos políticos, porque eso puede ser malinterpretado. Muchas veces se instrumentaliza a ciertas poblaciones y somos muy cuidadosas de que eso no nos suceda. Ya nos ha pasado muchas veces.
¿Tienes esperanzas de que la situación para la comunidad trans mejore con el nuevo Gobierno de Gustavo Petro?
No se va a poder cambiar 200 años de desigualdad en los que siempre ha gobernado la derecha. Esta es la primera vez que un partido de izquierda o progresista está en el poder. Quizá sea el inicio de algo positivo, pero donde todo está todo por hacer. No se puede garantizar que todo va a cambiar de la noche a la mañana y tampoco podemos idealizar todo.
¿Crees que la Berlinale es una buena plataforma para exponer esta problemática?
Sí, porque creo que mucha gente se puede identificar, desde otras perspectivas, a partir del tema trans. Queremos demostrar que las personas trans también pueden ser parte de los procesos de paz, que pueden ser parte de la resistencia y de movimientos sociales que generen un cambio.
(ms)