Coletazos de la crisis europea golpean a Alemania
29 de julio de 2012Angela Merkel buscó refugio en la localidad de Solda, en el Tirol italiano, para pasar sus vacaciones y dejar atrás una semana de malos agüeros que minaron la sensación de los alemanes de seguir indemnes frente a la acuciante crisis de la eurozona.
El primer sacudón llegó el lunes con el anuncio de la agencia estadounidense de calificaciones Moody's de que las perspectivas de máxima solvencia de la mayor economía de Europa estaban en peligro por la crisis de la deuda. Unos dís más tarde, la agencia calificadora Egan-Jones contempló incluso la posibilidad de una bancarrota estatal.
Clima empresarial
Esta misma semana, el principal indicador económico, el barómetro del clima empresarial del instituto Ifo, caía por tercer mes consecutivo al nivel más bajo desde marzo de 2010 en señal del pesimismo que se adueña de las empresas germanas. "La crisis del euro lastra cada vez más la coyuntura en Alemania", advirtió el presidente de la entidad, Hans-Werner Sinn.
El pesimismo de las empresas es fundado, como lo demuestran los balances trimestrales de los "pesos pesados" de Alemania dados a conocer a lo largo de la semana. El fabricante de Mercedes-Benz, Daimler, reportó una caída de beneficios de once por ciento en el segundo trimestre del año.
Los pedidos a Siemens, la mayor empresa electrotécnica de Europa, cedieron en un 23 por ciento, mientras las ganancias quedaron claramente por debajo de las expectativas.
El mayor grupo químico del mundo, BASF, también vio disminuidas sus ganancias, en un 15 por ciento, y el fabricante de camiones MAN se precipitó en la zona de pérdidas y espera una merma de facturación y beneficios para todo el año.
Consumidores
Pese a que el clima de consumo todavía no acusó efectos negativos, muchos alemanes manifiestan no ser tan optimistas como un año atrás y notan que los riesgos de coyuntura crecen. "Los golpes se sienten cada vez más cerca", resumió el investigador del instituto GfK, Rolf Bürkl.
Las cifras dejan al descubierto las primeras fisuras en la mayor economía de Europa. "La crisis está golpeando ahora a la economía real alemana. El riesgo de que el Producto Interior Bruto alemán caiga en el tercer trimestre se ha incrementado de forma significativa", previene el economista jefe del Commerzbank, Jörg Krämer.
Merkel lo sabe y no se ha cansado de repetirlo: También la rica Alemania está llegando a sus límites en medio de una eurozona debilitada por la carga de la deuda y de la desaceleración de otras regiones del mundo.
Según cálculos del instituto Ifo que reproduce la edición dominical del Frankfurter Allgemeine Zeitung, en el peor de los casos Alemania debería asumir una carga de 771.000 millones de euros, más del doble de los 306.000 millones del presupuesto público.
Ciudadanos
Con esta perspectiva deteriorada, Merkel también es consciente de que pese a seguir gozando de popularidad entre sus connacionales, cada vez le será más difícil convencer a sus correligionarios y electores de la necesidad de avalar más rescates europeos. Este mismo mes, el líder de la conservadora Unión Social Cristiana, Horst Seehofer, amenazó seriamente con abandonar la coalición de gobierno si se pedía otro rescate.
Merkel interrumpió en dos oportunidades sus incipientes vacaciones para hablar por teléfono con los mandatarios de Francia e Italia, François Hollande y Mario Monti, después de que la crisis recrudeciera con la disparada de la rentabilidad de bonos de España e Italia. Probablemente tenga que llevar el móvil a cuestas mientras practique senderismo en los Alpes. Se avizora una semana "caliente" con la visita de mañana del secretario del Tesoro estadounidense al ministro de Finanzas germano y al presidente del Banco Central Europeo (BCE) y el posible anuncio del BCE de nuevas medidas para apuntalar a las atribuladas España e Italia.
Sea como sea, en las últimas semanas se ha producido una fuerte erosión en el apoyo público para la canciller. Sólo un tercio de los alemanes (33 por ciento) aún cree que Angela Merkel está tomando las decisiones correctas respecto a la crisis de deuda de la zona euro, indica un sondeo de YouGov, que se publicará en la edición de este lunes del diario de masas Bild. Un 48 por ciento rechaza la gestión de la jefa de Gobierno. Este es un revés para la canciller, que buscará un tercer mandato en las elecciones federales del 2013, transcendentales para medir el apoyo de los electores alemanes al proyecto político y económico europeo.
Fuentes: dpa, reuters
Editora: Rosa Muñoz Lima