Claude Lévi-Strauss cumple 100 años
28 de noviembre de 2008Claude Lévi-Strauss es una de los mayores representantes de su disciplina, fundó la antropología estructural e introdujo en las ciencias sociales el enfoque estructuralista. Por la influencia de su obra, dentro y fuera de la antropología, está considerado uno de los intelectuales más influyentes del siglo XX.
Claude Lévi-Strauss nació en Bruselas el 28 de noviembre de 1908, hijo de padres franceses de origen alsaciano. Realizó estudios de Derecho y Filosofía en la Sorbona, París.
Después de trabajar algunos años como docente de enseñanza secundaria, aceptó una oferta para formar parte de la misión cultural francesa en Brasil, donde ejerció también la docencia, en la Universidad de San Pablo.
En Brasil vivió de 1935 a 1939. En el trópico lo atrapó la etnografía. Pronto organiza y viajes de investigación al Mato Grosso y la selva tropical amazónica. La experiencia brasileña es la base de su identidad y su fama como profesional de la antropología.
Levi-Strauss retorna a Francia poco antes de la Segunda Guerra mundial y es movilizado de 1939 a 1940. Después del armisticio se traslada a Estados Unidos, donde da cursos en el New School for Social Research de Nueva York.
Levi-Strauss, Simone de Beauvoir y las mujeres
Llamado a Francia en 1944 por el Ministro de Asuntos Exteriores, regresa a Estados Unidos en 1945. Tras un breve pasaje por la embajada francesa en Washington como agregado cultural (1946–1947), regresa a París para doctorarse en la Sorbona tras presentar tesina y tesis (1948): "La vida familiar y social de los indios Nambikwara" y "Las estructuras elementales de parentesco".
La primera obra fue publicada al siguiente año, e instantáneamente reconocida como una de las más importantes de la antropología, con una crítica favorable de Simone de Beauvoir, que la vio como un importante estudio de la posición de la mujer en las culturas no occidentales.
En la obra con título análogo a la famosa "Las formas elementales de la vida religiosa", del sociólogo Émile Durkheim, "Las estructuras elementales de parentesco" Levi-Strauss examina cómo se organizan las familias. Mientras antropólogos británicos como Alfred Reginald Radcliffe-Brown sostienen que los parentescos están basados en la ascendencia de un ancestro común, Lévi-Strauss opina que esos parentescos tienen más que ver con la alianza entre dos familias.
Entre 1940 y principios de 1950, Lévi-Strauss continúa publicando y cosecha grandes éxitos.
En 1940 es nombrado subdirector del Museo del Hombre y después director de la École Pratique des Hautes Études. A partir de 1959, hasta su jubilación en 1982, es profesor del Antropología Social en el Collège de France.
Del pensamiento salvaje al origen de las maneras en la mesa
Lévi-Strauss analizó toneladas de material de investigación y elaboró un nuevo método de investigación antropológica: el estructuralismo. Las obras decisivas de ese enfoque, que intenta comprender cómo funciona el espíritu humano a partir del análisis de las estructuras mentales y cognitivas, surgieron en los años 60: "El pensamiento salvaje", "El origen de las maneras en la mesa" y "Lo crudo y lo cocido".
Múltiple doctor honoris causa y galardonado con numerosos premios en todo el mundo, Levi-Strauss es miembro extranjero de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos, el American Academy and Institute of Arts and Letters, la Academia Británica, la Academia Real de los Países Bajos y la Academia Noruega de las Letras y las Ciencias.
Siendo ya conocido en los círculos académicos, en 1955 publica "Tristes trópicos", un best seller sobre sus expediciones etnográficas en Brasil entre 1935 y 1939. El libro es considerado una obra maestra, por el exquisito uso de la prosa, la filosofía y el análisis etnográfico.
Pueblos primitivos, complejidad y escándalo
"Tristes trópicos" es un compendio científico que los medios ensalzaron como "gran libro de la sabiduría". En él, Levi-Strauss advierte de la extinción de culturas "primitivas" amenazadas por el avance de la civilización. En momentos en el que el término "avance" es todavía una palabra mágica de connotación positiva, el científico se convirtió en un pesimista de la cultura y advierte de no creer ciegamente en el "progreso".
Desde hace más de medio siglo, este hombre discreto toma una y otra vez decididamente posición en los debates culturales. A los conceptos de "raza", "cultura" y "evolución" los dotó de nuevos significados y ya hace décadas que hizo de la diversidad cultural un factor esencial de la cohesión social y de la paz, una teoría que en el contexto de la globalización gana cada vez más relevancia.
Con su lógica rigurosa y clasificadora, el científico demostró que los sistemas sociales y familiares de los pueblos "primitivos" a menudo son más complejos y sutiles que los nuestros, lo que llegó a escandalizar a muchos etnólogos. Pues hasta Lévi-Strauss, los "primitivos" eran considerados pueblos con formas de pensar arcaicas, sin escritura y sin máquinas.
Para él no hay ninguna raza que intelectualmente sea superior o inferior. Cada grupo étnico tiene su especificidad con la que ha contribuido a un legado común: el ser humano.