Los ataques con ácido son un delito de género que desde febrero en Ciudad de México está tipificado como tentativa de feminicidio, con penas de 8 a 46 años de cárcel y 4.500 dólares de multa. Falta mucho camino para su aplicación y la atención integral a las sobrevivientes, según la Fundación Carmen Sánchez, que estima en más de 500 los ataques con sustancias químicas contra mujeres cada año.