Aire fresco en México
15 de julio de 2014Objetivo del proyecto: Retirar vehículos antiguos y especialmente contaminantes de las carreteras, reducir las emisiones de CO2 y proteger el medio ambiente.
Implementación: Se dan incentivos a los ciudadanos para que se compren automóviles más modernos y respetuosos con el medio ambiente.
Tamaño del proyecto: En los últimos años se han retirado entre 35 y 40.000 camiones antiguos. Se trata de una parte de un programa valorado en 7 millones de euros de la Iniciativa Internacional del Clima (IKI, por sus siglas en alemán) para la reducción de emisiones de CO2.
Rodeada de montañas y volcanes, la Ciudad de México es como una gran caldera de la que el smog no puede salir. Desde hace años, los habitantes sienten que les falta el aire para respirar, y cada año mueren miles de personas por las consecuencias de la contaminación ambiental. Alarmado por estas cifras, el gobierno mexicano ha decidido pasar a la acción con el programa Pro-Aire, cuyo objetivo es declararle la guerra al Smog.
El programa recibe apoyo de Alemania: la Sociedad Alemana para la Cooperación Internacional (GIZ, por sus siglas en alemán) asesora al gobierno sobre cómo pueden reducir sus emisiones del gas tóxico CO2. Por ejemplo, ofreciendo incentivos financieros a conductores de camiones para que se deshagan de sus vehículos antiguos más contaminantes.
Y es que es el tráfico lo que causa la mayor parte de la contaminación en la capital. Contra ello ya se han puesto en práctica iniciativas como el domingo sin autos, o la instalación de nuevas superficies verdes en los tejados de las casas. Gracias a esta última, una gran cantidad de plantas filtran el aire, absorben los gases nocivos y devuelven oxígeno limpio no solo a los mexicanos, sino también los animales e insectos que, gracias a este proyecto, vuelven a tener un hábitat en la gran metrópoli. Con los nuevos aires se generan nuevas vidas.
Un reportaje de Vera Freitag