Nido de terroristas

Un edificio en una zona residencial en la localidad de Luton se convirtió en el centro de la atención mediática mundial el año pasado. Aquí fue donde el padre de familia Abulwahab al Abdaly empacó sus pertenencias antes de viajar a Suecia donde se inmoló con una bomba en medio de transeúntes en el centro de Estocolmo.

Al-Abdaly falló en lo que él consideraba era su misión, matar a civiles suecos en represalia por la participación de Suecia en la guerra contra los talibanes en Afganistán. Dejó una grabación diciendo que esperaba que Alá lo aceptara como mártir.

Antes de abandonar Luton, al Abdaly había rezado en el centro islámico de la localidad, en donde había divulgado su propia y extremista visión del islam, que fue rechazada por el presidente del centro islámico, Abdul Qadeer Baksh.

"Estaba divulgando una tergiversación del Islam, una visión extremista de él", afirma Baksh. "Así que decidí que le saldría al paso una mañana tras las oraciones delante de todos. Así lo hice. Él se molestó mucho y abandonó la mezquita hecho una furia. Nunca lo volví a ver".

Movimiento anti islámico

El autor del bombazo de Estocolmo fue el último de numerosos extremistas islámicos que dieron una mala reputación a Luton. En la primavera de 2009 un pequeño grupo de hombres musulmanes gritaron a soldados británicos llamándolos abusivos, durante un desfile con el que se les daba la bienvenida tras su regreso de la guerra en Irak.

Los hombres llevaban pancartas en las que llamaban a los musulmanes a levantarse contra la opresión británica y tildaban a los soldados de carniceros, extremistas y asesinos.

Eso fue el detonante de un movimiento antimusulmán en Luton, que después se transformó en la agrupación de extrema derecha conocida como Liga de Defensa Británica (English Defence League, EDL), que entre tanto tiene seguidores en todo el Reino Unido.

Todo esto contribuyó a dar a la localidad la fama de ser nido de extremistas, aunque algunos consideran que tal estigma es injusto. Zafar Kahn, presidente del Consejo de Credos de la ciudad de Luton cree que los extremistas en ambos frentes son muy reducidos en número.

"Desafortunadamente durante los últimos años han tenido un impacto desproporcionado, convirtiéndose estos pequeños, pero ruidosos grupos, en foco de la atención política y de los medios". Kahn reconoce que hay problemas, pero no son exclusivos de Luton.

"Desafortunadamente Luton figuró en uno o dos incidentes, como en el hecho de que la gente que cometió los ataques en los trenes del metro de 2005 pasaron por Luton. Era su conexión".

Excelente lugar para vivir

En la zona alrededor del Parque de Bury, donde habita la comunidad musulmana de unos 30.000 habitantes muchos afirman no entender la manera como los medios retratan su ciudad y su religión.

"El pretender entender lo que es el islam mirando la televisión demuestra ignorancia e incluso arrogancia", afirma Faisal, un hombre joven vestido con ropa tradicional islámica mientras compra fruta afuera del centro islámico.

"Luton es una ciudad normal que cuenta con una comunidad musulmán numerosa, para mí, es un excelente lugar para vivir".

Algunos se limitan a señalar que a partir de un cierto tamaño en una ciudad siempre encuentra uno gente con ideas extremistas, ya sea en el ámbito político o religioso.

Informe de los servicios de inteligencia

Sin embargo la filtración de un informe realizado por los servicios de inteligencia británicos M15, identificó a Luton como un puerto de acogida de numerosas redes extremistas, junto con Birmingham y Londres.

La proximidad de Luton a Londres es considerada como posible causa por la cual se han asentado algunos islamistas radicales, aunque no se ha detectado ningún atentado en Londres que tenga un nexo con Luton.

Toda esta atención indeseada preocupa a los políticos de Luton, que intentan por todos los medios mejorar la imagen de la ciudad mostrando su diversidad y armonía, así como un estilo de vida y de trabajo que permite que sus habitantes, pese a tener distintos orígenes, se hagan amigos.

"Estamos desarrollando el orgullo y la confianza en la ciudad, algo que mucha gente deseaba desde hace tiempo", afirma Sarah Allen, gerente del Consejo de Justicia Social de Luton.

"Eso no significa que no haya gente con ideas desagradables y que esté dispuesta a ponerlas en práctica, pero no representan la mayoría de los habitantes de Luton, porque por la manera en como han sido contadas algunas historias pareciera como si lo fueran".

El nivel del terrorismo internacional en el Reino Unido, según la percepción oficial, es todavía alarmante, lo que significa que es muy probable que se produzca un atentado.

Eso también significa que cualquier ciudad con una población musulmana numerosa seguirá siendo observada por los servicios de inteligencia en el futuro. Tal vez los habitantes de Luton se han habituado a ello, pero eso no impide que sigan trabajando para mejorar la imagen de su ciudad.

Autor: Lars Bevanger/ Eva Usi

Editor Pablo Kummetz