Citgo, la última joya petrolera de Nicolás Maduro
30 de enero de 2019Durante muchos años, el transporte del crudo venezolano hacia Estados Unidos fue muy simple: se llevaba en barcos petroleros y, ya en el país, Citgo asumía la mercancía. La filial de la empresa estatal venezolana PDVSA refinaba el petróleo en sus propias instalaciones y vendía gasolina en sus estaciones de servicio.
Aunque desde la toma de posesión de Hugo Chávez, en 1999, Estados Unidos y Venezuela siempre han parecido estar al borde de la confrontación, al menos retórica, la verdad es que Citgo siguió haciendo sus negocios, y en Caracas nunca cesó la lluvia de dólares.
Y esto último es precisamente lo que pretende cambiar Donald Trump. Todos los negocios petroleros venezolanos pueden seguir funcionando en EE.UU., pero el dinero acabará en ciertas cuentas bancarias bloqueadas, a las que se daría acceso al autoproclamado presidente interino Juan Guaidó.
El politólogo venezolano Ivo Hernández, investigador en la Universidad de Münster, considera que esta medida es un hito histórico: "Estados Unidos es la única fuente de divisas regulares para Venezuela. A corto o largo plazo, supone un duro golpe para Maduro”. Günther Mainhold, de la Fundación Ciencia y Política (SWP), es más cauteloso: "Ahora depende de las fuentes alternativas de ingresos que pueda tener Venezuela".
El presidente Maduro se mostró visiblemente indignado tras la decisión de Washington de sancionar a Venezuela: "Nos quieren robar Citgo”, exclamó en una comparecencia en televisión. El país recurrirá dicha decisión antes los juzgados estadounidenses.
Declive de la industria petrolera venezolana
Citgo tiene más de cien años de existencia. Fue una de las grandes empresas petroleras de EE. UU. PDVSA adquirió en 1986 la mitad de Citgo, y en 1990, el resto.
Para entender la relevancia de Citgo para la Venezuela actual, se debe conocer el funcionamiento de PDVSA. La empresa petrolera estatal actuó por décadas en forma autónoma, era muy rentable e incluso se expandió en el extranjero. Hugo Chávez intentó, con los ingresos de PDVSA, financiar sus programas sociales. Los funcionarios y trabajadores realizaron manifestaciones masivas durante meses. Al final, Chávez ganó.
"Los trabajadores de PDVSA están a favor de esta revolución y quienes no lo estén, que se vayan a otro sitio. Váyanse a Miami”, dijo entonces Chávez. En 2003, declaró "enemigos estatales” y despidió a casi 18.000 operarios de PDVSA que habían participado en las manifestaciones. Los críticos piensan que la apropiación de la renta petrolera por parte del Estado marcó el comienzo del declive del sector petrolero venezolano.
Citgo, la última fuente de dinero
El año pasado, debido a la crisis económica, Venezuela exportó solo 1,2 millones de barriles al día, según estimaciones de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Citgo puede procesar 750.000 barriles diarios en sus refinerías en Estados Unidos, según sus propios datos. El resto del crudo venezolano va a Rusia o China, estima el politólogo Hernández. "No hay dinero a cambio, son envíos que sirven de contraprestación por los créditos recibidos”.
De hecho, Maduro estaría en un gran aprieto sin el apoyo de China, Turquía, Irán y Rusia. Algunos informes señalan que solo China habría concedido entre 50 y 60 mil millones de dólares en créditos al país. Venezuela los paga con petróleo. Según la agencia financiera Bloomberg, China importó 340.000 barriles diarios los primeros 11 meses de 2018.
En Venezuela, más del 90 por ciento de todos los ingresos en divisas proviene de las exportaciones de petróleo. Citgo es la última joya en el extranjero que puede aportar divisas. Pero incluso en Citgo las cosas no marchan tan bien: de las 14.000 estaciones de servicio que había en Estados Unidos, solo quedan alrededor de 5.000. De las ocho refinerías, solo tres.
Sin cifras fiables desde Venezuela
Debido a que el régimen de Maduro sufre de dificultades financieras crónicas, Venezuela ha depositado el 49,9 por ciento de Citgo como garantía en el Grupo Rosneft, de Rusia. Se estima que Rusia concedió 17 mil millones de dólares a Venezuela. Esa es la razón por la que Rusia apoya a Venezuela y critica las sanciones estadounidenses. Desde el Kremlin, se anunció que protegerán sus intereses "dentro del marco legal internacional".
El experto en Latinoamérica Günther Maihold explica que no hay cifras fiables desde Venezuela, porque "ha cesado la cooperación con las organizaciones internacionales y Venezuela ya no proporciona datos".
Si el gobierno venezolano puede acceder a nuevas fuentes de divisas dependerá de la lealtad de sus aliados en el extranjero. Los mercados financieros, al menos, son escépticos y creen que Maduro no aguantará mucho más.
(rmr/er)
Deutsche Welle es la emisora internacional de Alemania y produce periodismo independiente en 30 idiomas. Síganos en Facebook | Twitter | YouTube