Cirugías sin pausa: soldados rusos en hospitales bielorrusos
21 de marzo de 2022Desde el 24 de febrero de 2022, cuando el Ejército ruso invadió Ucrania, el Ministerio ruso de Defensa ha informado una sola vez sobre las pérdidas: según ese informe, desde el 2 de marzo, 498 soldados murieron en combates y 1.597 resultaron heridos. Ucrania, por el contrario, habla entretanto de 14.200 soldados rusos muertos. Probablemente, ninguna de las dos partes dice las cifras correctas.
Según medios de Bielorrusia y canales de Telegram, muchos de los soldados rusos heridos son trasladados a Bielorrusia, donde se les brinda atención médica, y luego son llevados a Rusia. Esto lo confirma incluso el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko. Cinco días después de que Rusia iniciara la guerra, Lukashenko dijo que solo en Gomel, en Mozyr, y en otra ciudad bielorrusa, recibieron atención médica entre 160 y 170 soldados rusos.
Frecuentes amputaciones
Cuatro fuentes confirmaron a DW que en esas ciudades del sur de Bielorrusia se atiende a soldados rusos en los hospitales. Además, en la ciudad de Naroulia, cerca de la frontera con Ucrania, se instaló un hospital de campaña. Según una de las personas entrevistadas por DW, muchos heridos llegan a Mozyr "a menudo faltándoles brazos, piernas, orejas u ojos". Algunos soldados son trasladados demasiado tarde y ya con gangrena. "Si los soldados fueran traídos a tiempo, aún podrían salvarse de que se les amputaran las extremidades", dijo la fuente.
Asimismo, agregó que algunos de los soldados heridos no habían comido durante cinco días y estaban desorientados, no tenían idea de dónde se encontraban, y pedían que se les permitiera hablar por teléfono con sus padres. "Son pacientes nacidos en 2003, de regiones pobres de Rusia. En realidad, todavía son niños”, señaló la fuente a DW.
Otro interlocutor -que no está vinculado directamente a los servicios de salud, pero conoce bien la situación- confirmó que en un hospital de la región de Gomel se operaba "sin pausa” hasta a 50 personas por noche. Entre los operados también habría pacientes comunes con intervenciones planificadas. Pero las cirugías más frecuentes eran amputaciones de extremidades en soldados rusos, aseguró. "El hospital está lleno”, dijo, y pidió que no se revelara el lugar de la clínica.
Varias fuentes informaron que a Bielorrusia no solo llegan soldados heridos, sino también muertos. Pero ninguno de los entrevistados quiso dar cifras de los soldados fallecidos.
Médicos sometidos a confidencialidad
Muchos de los médicos contactados por DW se negaron a hablar sobre la atención médica de los soldados rusos. Dos personas entrevistadas dijeron a DW que los médicos tenían que firmar un acuerdo de confidencialidad.
La oenegé Fundación de Solidaridad Médica de Bielorrusia (BMSF, por sus siglas en inglés) confirmó que todos los hospitales son controlados estrictamente. "Empleados de los servicios secretos KGB o FSB trabajan directamente en los hospitales y todos los edificios son vigilados. Muchos de los médicos que teóricamente podrían decir algo fueron sacados de los hospitales. En lugar de ellos, se emplea a médicos rusos”, señala esa organización. Muchos doctores tienen miedo y no quieren hablar con nadie. Según la oenegé, hay numerosos soldados muertos. Las clínicas bielorrusas están saturadas. "Todos los heridos son trasladados, en la medida de los posible, en tren a Rusia”, explicó a DW un portavoz de la BMSF.
¿Complicidad de Bielorrusia?
Hasta ahora, el Ministerio de Salud de Bielorrusia no ha querido manifestarse respecto de la atención a miembros el Ejército ruso. Desde el punto de vista del derecho humanitario internacional, la ayuda a soldados rusos heridos en la guerra no es complicidad, explica a DW el politólogo Siarhei Bohdan, investigador asociado del Instituto Histórico Friedrich Meinecke, de la Universidad Libre de Berlín. "Hay que ayudar a todos los heridos, sin importar el Ejército al que pertenezcan. Y hacerlo tanto en el área de combate como en las inmediaciones”, aclara.
Pero también hay matices: Rusia no considera oficialmente lo que está sucediendo como una guerra, dice Bohdan. Eso significa que las normas de convenios internacionales no se aplican en este caso. Por eso, el estatus de los soldados rusos heridos que se encuentran en Bielorrusia no es claro en este momento.
Pero ¿por qué se mantiene tan en secreto la información sobre los soldados heridos? Siarhei Bohdan cree que las autoridades bielorrusas no querían ocultar explícitamente los datos. Callarlos se debe a la disciplina en el servicio y a una cultura burocrática que se ha desarrollado en Bielorrusia a lo largo de los años.
¿Se trata de una especie de apoyo a Rusia?
Bohdan opina que Lukashenko no quiere implicarse en la invasión de Ucrania y que se defiende "con todas sus fuerzas” contra esa idea. "Para Bielorrusia es importante mostrar que no está emprendiendo seriamente acciones contra Ucrania, sino que solo está obligado a cooperar con Rusia. El hecho de que los hospitales bielorrusos acepten a soldados rusos heridos es, podría decirse, una manera suave de participar al lado de Rusia. Desde el punto de vista humanitario, empero, eso no representa una participación en la guerra”, señala.
Por otra parte, el hecho de que se traslade equipamiento militar ruso por territorio bielorruso en dirección a Ucrania es una forma de complicidad, dice el experto. Aunque eso todavía debe comprobarse. Lo que no queda claro es si el Gobierno bielorruso puede elegir si deja pasar ese equipamiento o no.
"De eso hay serias dudas”, subraya Bohdan. El investigador piensa que Lukashenko tuvo que enfrentar, sencillamente, que el Ejército ruso, que llegó a Bielorrusia para realizar maniobras, participó en el ataque a Ucrania. Esto se ve confirmado por el hecho de que, si bien Ucrania y Rusia se habrían preparado para una guerra y habrían tomado las medidas pertinentes a lo largo de una supuesta línea del frente, Bielorrusia no lo había hecho. Por eso, dice Bohdan, Bielorrusia atiende ahora a soldados rusos en sus hospitales.
(cp/ms)