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China: doloroso descubrimiento de la pluralidad

DW-WORLD7 de agosto de 2008

Los Juegos Olímpicos y la imposibilidad del régimen chino de controlar todo movimiento de los 5.000 periodistas acreditados y atentos a cubrir hasta el más mínimo caso de disturbio son los temas de hoy.

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El futurista edificio de la Televisión Central de China, (CCTV).Imagen: picture-alliance/dpa

Die Zeit, de Hamburgo, Alemania: “El gobierno chino descubre de forma dolorosa la pluralidad. Y nota además que en cuestión de imagen global el poder no sale de los cañones de las ametralladoras ni de las fábricas y mucho menos de los ministerios para la propaganda oficial, sino de las mentes de los individuos.

En abril el Comité Central de China tuvo que observar como su pobre e indefensa llama olímpica quedaba expuesta a ese Occidente en donde rige la ley de la selva. Peor aún, ese Occidente sin ley se encuentra hoy justamente en pleno centro de Pekín, expuesto a los soldados, policías y censuradores de Internet del régimen chino. Pero el aparentemente fuerte Gobierno chino es débil frente al poder de la fotografía y las imágenes.

Olimpiada de las ambiciones

De Volkskrant, de La Haya, Holanda: “Los Juegos Olímpicos siempre son concedidos a los países con las mayores ambiciones. Y el Comité Olímpico Internacional (COI) siempre tiene en mente hacer las mayores ganancias en millones de contratos.

La idea de llevar a cabo los Juegos cada cuatro años exclusivamente en Grecia sería la solución más limpia. Pero mientras haya países que hacen cola para organizar este mega espectáculo, es una ilusión.”

Es imposible alejar el deporte de la política

Milliyet, de Estambul, Turquía: “La política siempre ha metido las narices en los Juegos Olímpicos. Además de los separatistas de Tíbet, los de Xinjiang también quieren llamar la atención.

Se esperan más protestas durante el desarrollo de los Juegos. Y en un lugar en donde trabajan 5.000 periodistas, es de presumir que se conocerá hasta el más mínimo caso de disturbio. Dígalo quien lo diga, es imposible mantener los Juegos Olímpicos alejados de la política.”