China desplazará a Alemania en pocos años
13 de septiembre de 2006DW-WORLD: Sr. Schmidt, usted viajó en 1975 a China y sostuvo entonces una larga plática con Mao. ¿Qué es lo que lo impulsó en aquella ocasión a viajar a la China comunista?
No hubo un motivo específico. Hubo una invitación por parte de Zhou Enlai y me pareció indicado aceptarla. Pero cuando llegué a Pekín, Zhou Enlai ya estaba enfermo. En su lugar me entrevisté con Mao y también con Deng Xiaoping. Con el hablé muchas horas, no sólo un día, sino varios.
Mao murió hace 30 años. ¿Cómo analiza Ud. en retrospectiva el papel histórico de Mao? ¿Cómo influyó en China y en el mundo?
Con seguridad Mao generó grandes aportes para China en lo que respecta a la liberación del país del domino japonés. Sin embargo, también cometió graves errores. El primero fue el llamado "gran salto hacia delante", que costó la vida de millones de personas que murieron de hambre, pues se descuidó el trabajo del campo por impulsar la industria. El segundo gran error fue "Cien flores", que fue anulado poco tiempo después, pero que perjudicó fuertemente a muchas personas. El tercero fue la "Revolución Cultural Proletaria". Si fuera chino no olvidaría esos errores cometidos por Mao.
En lo que respecta a su influencia a nivel internacional, ésta se limitó a jóvenes estudiantes de izquierda en Europa Occidental y en Estados Unidos que se dejaban inspirar por la llamada Biblia de Mao, ese pequeño libro rojo, que ni siquiera era de Mao, sino que son citas recopiladas por Lin Biao. Los jóvenes estudiantes que no tenían idea ni sobre Mao ni sobre China consumían ávidos el librito y se autodenominaban maoístas. Pero todo esto hace tiempo que pasó y ya cayó en el olvido. Desde el actual punto de vista, su influencia sobre el mundo es reducida. En lo que respecta a su relación con el extranjero todavía hay que resaltar un factor positivo: Mao no hizo guerras. Partía de que habría una guerra entre China y la Unión Soviética, pero no provocó esta guerra y finalmente nunca tuvo lugar. En la época de la guerra contra Corea se condujo de forma muy cuidadosa y sólo intervino cuando las tropas estadounidenses llegaron a la frontera con Manchuria. Su política exterior fue sorprendentemente moderada y pacífica, también frente a Taiwán.
A finales de este mes se publica su libro“Vecino China“. Ud. tematiza en el mismo el crecimiento económico de China. ¿Cómo modificará China al mundo?
Me referiré primero a las consecuencias internas en China. Hoy hace 30 años nadie en el mundo esperaba que se pudiera registrar un desarrollo tan grande de la economía china. Incluso hace 15 años nadie hubiera esperado que China estuviera en camino de convertirse en la tercera economía más importante del mundo. En este momento Alemania todavía se mantiene en tercer lugar tras Estados Unidos y Japón, pero China nos superará en pocos años y a más tardar dentro de quince años, acaso veinte, también a Japón. Es realmente un verdadero milagro que el pueblo chino hacia finales del siglo XX haya logrado impulsar este crecimiento económico, un fenómeno así no se ha registrado jamás en toda la historia humana.
En lo que respecta al extranjero, el desarrollo no es realmente sorprendente. En el transcurso de los últimos cuatro o cinco años, la demanda china de petróleo, gas, acero y otras materias primas ha encarecido los precios en los mercados internacionales. Al mismo tiempo, las exportaciones chinas se han consolidado como competidoras de la industria europea y estadounidense. Algunos se lo echan en cara a los chinos. A mi parecer, esto es injusto. Si uno está a favor de la competencia, entonces debe aceptar que también los otros pueden competir, así como los japoneses entraron a los mercados hace más de cien años o hace cuarenta años Corea del Sur, Taiwán o Hong Kong. Y ahora es el caso de la República Popular China, lo que causa temores en Occidente. Pero moralmente, estos temores no están justificados.
¿Cuál es la meta que persigue con la publicación de este libro?
Quiero que las personas en Europa Occidental y en Alemania comprendan que por interés propio debemos tener una relación amistosa con China.
¿Cuáles son las diferencias entre la economía social de mercado alemana y la economía de mercado socialista china?
Las diferencias son grandes en muchas áreas. Pero existen algunos puntos de comparación, como lo es el hecho de que en ambos Estados impera en medida creciente la economía de mercado, en Alemania en mucha mayor medida que en China, donde es un fenómeno relativamente nuevo. Pero en todos los otros aspectos las diferencias son grandes. Por ejemplo, en Alemania contamos con un sistema de seguridad muy desarrollado para ancianos, enfermos y desempleados. Aquello que llamamos Estado de bienestar apenas comienza a estructurarse en China y pasará mucho tiempo hasta que el país cuente con un seguro para desempleados y un sistema de jubilación para todos sus ciudadanos.
Quiero agregar que en vez de economía de mercado podría haber dicho capitalismo. El capitalismo como forma económica conlleva ciertos peligros, especialmente el de tensiones sociales. En Estados Unidos y aún más en el este de Europa, los peligros de que se registren tensiones por el sistema capitalista se mantiene bajo control por la presencia del Estado de bienestar y también por el orden democrático del Estado. Este no es el caso en China por el momento. Por eso me parece que en el caso de China recordar el Tao y el Li tendrá gran importancia (Tao: palabra china para camino, núcleo del Li, palabra china de la enseñanza del Confucianismo, redacción). Recordar por ejemplo el Confucianismo me parece un desarrollo deseable porque limita las consecuencias del capitalismo.
Su opinión sobre China se diferencia mucho de la opinión común. ¿Cómo califica usted por ejemplo el sistema unipartidario y la política implementada por China frente a Taiwán?
En la historia de tres mil años de China jamás ha habido un partido de oposición. No lo hubo durante la Dinastía Ming, tampoco durante la Dinastía Tan, ni bajo otras. No comparto este tipo de crítica Occidental. Ése es un tema que compete sólo a los chinos, no a los extranjeros, ni tampoco a Occidente.
En el caso de su vecino Japón tenemos el ejemplo de un Estado que se ve como una democracia, pero en el que desde hace cien años gobierna el mismo partido. Y de todas maneras Japón funciona bien. Es otra cultura, otra cultura política, diferente a la europea. China tiene una cultura mucho más antigua, que se diferencia mucho tanto de la de Japón como la de Europa. No es bueno que del extranjero se le imponga a otras naciones como deben guiar su Estado o su sociedad, esto sólo genera tensiones y conflictos.
Yo como extranjero tengo interés en que la República Popular China se comporte de forma pacífica y lo hace. Se ha comportado de forma moderada y cuidadosa tanto en lo que respecta a la crisis con Taiwán y Corea del Norte, en lo que respecta al bombardeo de la embajada china en Belgrado, en lo que respecta a un accidente aéreo entre un avión estadounidense y un chino. A mi entender no es correcto ni necesario criticar la política exterior china. Al contrario: si todas las naciones fueran en el contexto de la política exterior tan cuidadosas como China, el mundo sería mucho más pacífico.