"Chile siempre le ha tendido una mano al pueblo de Bolivia"
27 de marzo de 2018En la Guerra del Pacífico de 1879-1883, Bolivia perdió 120.000 km2 de territorio y sus únicos 400 km de costa en el Pacífico en favor de Chile.
DW: En la Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ) se trata la petición boliviana de acceso al mar. Como canciller de Chile, usted lideró los alegatos orales en las jornadas de este marzo de 2018. ¿Cómo se sintió?
Roberto Ampuero: Es una situación que ha planteado Bolivia, es su demanda para obtener una salida soberana al océano Pacífico. En otras palabras, esta demanda busca que Chile entregue parte de su territorio, algo que para cualquier país es inaceptable. No hay ningún país dispuesto a desplazar a su propia población para entregar territorios a un país vecino.
Usted dice que "desarticuló por completo” los argumentos bolivianos. ¿En qué consistió esa "desarticulación”?
Primero hay que decir que las relaciones entre Chile y Bolivia se rigen por el Tratado de 1904, firmado 20 años después de la tregua y 25 después de la Guerra del Pacífico. Un tratado esencial porque establece la perpetuidad de las fronteras entre ambos países, además de entregarle a Bolivia un tránsito libre y comercial a través de territorios chilenos hacia el océano Pacífico. Bolivia goza de un tratamiento preferencial que no tiene ningún otro país de las Américas y ni siquiera las empresas chilenas que comercian hacia el exterior. Bolivia cuenta con un ferrocarril, construido por Chile en el marco del Tratado, así como vías de acceso a los puertos chilenos de Arica y Antofagasta, donde no pagan ni almacenamiento ni impuestos. Chile ha hecho una inversión de mil millones de dólares para posibilitarle a Bolivia el acceso no soberano al mar.
En la práctica, ¿pueden los bolivianos realmente llegar al mar, está funcionando el tren construido por Chile para el transporte de los productos bolivianos? ¿Qué tan efectivo ha sido ese Tratado?
La mayor parte de la carga que exporta e importa Bolivia pasa por puertos chilenos. Bolivia tiene acceso a otros puertos, tanto en el Atlántico como en el Pacífico. Sin embargo, gracias a las facilidades tributarias que tiene, gracias al trato preferencial, la mayor carga de Bolivia pasa por puertos chilenos. Esta es la respuesta más contundente a su pregunta.
Usted se ha referido a la Constitución boliviana que, supuestamente, obliga a sus gobernantes a desconocer tratados como el de 1904. ¿Quiere decir eso que Evo Morales actúa por constitucionalidad, o cómo debe entenderse esa postura?
El caso de Bolivia es muy delicado. Yo diría que se trata de una trampa que ellos mismos se han elaborado porque la Constitución de Bolivia del 2009 establece que todos los presidentes bolivianos deben rechazar acuerdos que sean considerados lesivos a sus intereses. Es sui generis porque se trata de un acuerdo constitucional firmado soberanamente poco más de 100 años antes que la nueva Constitución. La firma del Tratado no fue una imposición, sino resultado de un proceso.
Usted sugiere que la Constitución boliviana desconoce tratados internacionales. ¿No es acaso eso mismo un motivo de pleito en una corte internacional?
Usted se podrá imaginar que es inaceptable que un acto jurídico sea aplicado en forma retroactiva. Bolivia firmó el Tratado de 1904 y no lo puede desconocer en el año 2009. El presidente Montes Gamboa fue elegido y reelegido por su defensa del Tratado de 1904, gracias a que este le trajo seguridad y prosperidad a Bolivia.
Justamente, el actual presidente, Evo Morales, cuestionó el Tratado de 1904 y sostuvo que este "no garantiza ni paz ni amistad” porque fue un acuerdo "impuesto, injusto e incumplido". ¿Cómo toman los chilenos estas declaraciones?
El Tratado fue firmado por un presidente elegido libremente por el pueblo boliviano. Es muy delicado desconocer los tratados que un país ha firmado. ¿Qué ocurriría en Europa o las Américas si los países comenzaran a desconocer los tratados firmados soberanamente con anterioridad? Una situación inmanejable.
Hay dos, digamos, "campos de batalla”. Por un lado la CIJ y, fuera de sus salas, Evo Morales con declaraciones un tanto "bélicas”. ¿Qué ambiente genera esto en la misma población chilena?
Nosotros como chilenos estamos muy tranquilos. Chile es respetuoso del derecho internacional, de los tratados internacionales y vigentes, como en este caso el de 1904 ha llegado a La Haya con sobriedad y seriedad, como es su sello. Hemos llegado con argumentos jurídicos a plantear los intereses de Chile. Invitamos a Bolivia a sumarse a la comunidad de países que respetan el derecho internacional y los tratados vigentes, porque esta es la forma de tener buenas relaciones entre vecinos. Esta es la única forma de mirar hacia adelante.
Según un sondeo de CADEM en Chile, un 87 por ciento cree que no existen temas limítrofes pendientes con Bolivia. Y en el evento de un fallo desfavorable en La Haya, un 54 por ciento cree que no se debe acatar. Solo un 7 por ciento de los chilenos estaría dispuesto a cederle a Bolivia una parte del mar. ¿Por qué Bolivia es tan impopular en Chile actualmente?
Miles de bolivianos emigran a Chile en busca de mejores condiciones de vida. Bolivia es impopular actualmente no por los bolivianos, sino por su presidente, que ha insultado al pueblo chileno y ha ofendido a nuestro país. Pero ese no es el estilo nuestro. Yo, como canciller, y mi Gobierno del presidente Sebastián Piñera, respetamos el Estado Plurinacional de Bolivia. Además, Chile siempre le ha tendido una mano al pueblo boliviano.
En efecto, la figura y conducta de Evo Morales parece inspirar más incomodidad que confianza en Chile. ¿Cree que un acuerdo sería posible con el sucesor de Evo Morales?
Cuando un presidente, como lo ha hecho Evo Morales, afirma que ciudades chilenas como Antofagasta, fueron, son y van a ser bolivianas y que Bolivia avanza hacia el mar y nada la detendrá, obviamente no contribuye a crear un clima de buena vecindad ni a las buenas relaciones. Evo Morales está en campaña, queriendo quedarse en la presidencia hasta el 2025. Eso contamina las posibilidades de mantener una buena relación de vecindad. Pero Chile está en La Haya para preservar su territorialidad, la concordia y el bienestar.
José Ospina-Valencia (EL)