Chernóbil: pasarán más de mil años...
24 de abril de 2011¿Es realmente imprescindible construir una nueva cúpula sobre las ruinas de Chernóbil?
Pienso que sí. Creo que no hay alternativa. Existe un gran peligro de que el sarcófago existente, que fue construido en su día a toda prisa, pueda colapsar en los próximos años. Por eso, es necesario construir un segundo blindaje.
Esa construcción debería resistir por lo menos 100 años. ¿Cuánta radiactividad se filtrará pese a ello?
Es muy difícil calcular si realmente resistirá 100 años. También hay estimaciones que hablan de sólo 50 años. Sea como fuere, hay que tener claro que sólo se trata de otra solución de corto plazo, visto desde la perspectiva de la vida media (de los elementos radiactivos). Se trata de períodos de miles de años. El plutonio, que yace en alta concentración bajo el sarcófago, tiene una vida media de 24.000 años, es decir, son períodos de tiempo inimaginables. Frente a eso, 100 o 50 año son un abrir y cerrar de ojos. Se pasa pues de una solución provisoria a otra igualmente provisoria y lo que realmente habría que hacer ni siquiera se discute. Me refiero a retirar el combustible nuclear que existe allí en grandes cantidades y que presenta el peligro de posibles emisiones de polvo o de filtraciones de radionucleidos a las napas de aguas subterráneas.
¿Qué es lo que impide a Ucrania retirar ese material?
Es una verdad tan incómoda que nadie se atreve a abordarla. Greenpeace demanda que se aborde realmente esta problemática, que se elabore un concepto, un método para retirar el combustible nuclear del sarcófago en los próximos años, o décadas, porque la solución no puede ser poner una cúpula sobre otra.
¿Se habría conjurado el peligro si efectivamente se almacenara ese combustible en un depósito definitivo?
Ni en Alemania, ni en ningún otro lugar del mundo, existe actualmente un verdadero depósito definitivo, y nadie sabe dónde se lo podría construir. Estamos a ciegas. Pero, sin duda, sería mejor si se hiciera todo lo posible por retirar ese material del sarcófago, se colocara en un depósito transitorio y se le diera un trato similar al que se debe dar a los elementos combustibles ya utilizados en los reactores atómicos. Pero allí tenemos el mismo problema. Es decir, usted tiene razón: retirando el material del sarcófago, no se pondría punto final al asunto. Es más que dudoso que algún día se pueda llegar a poner ese punto final.
¿Es Chernóbil un problema que nos concierne a todos?
Pienso que nos corresponde respaldar a un país tan pobre como Ucrania y apoyarlo también financieramente. Se trata de un problema y una catástrofe que afectó a toda Europa. (...) Pero me parece incongruente que por una parte se aporte dinero para ayudar a Ucrania y, al mismo tiempo, se le permita continuar operando con antiguos reactores soviéticos del mismo tipo de los que había, por ejemplo, en la RDA, y que fueron cerrados de inmediato tras la reunificación de Alemania. No entiendo por qué, si se aporta tanto dinero, no se utiliza esa influencia para pedirle a Ucrania que busque con rapidez la forma de abandonar la energía atómica. Lo que ocurre es lo contrario. La Unión Europea y el Banco Europeo de Inversiones financian con cientos de millones el tendido de nuevos cables de alta tensión que salen de Ucrania, lo que estimulan a ese país incluso a construir más reactores, para exportar energía eléctrica. Tal parece que una mano no sabe lo que hace la otra.
Autor: Gerwald Herter /ERS
Editora: Claudia Herrera Pahl