Cervezas flojas no agrian la victoria a los hinchas ingleses
17 de junio de 2024El contundente cabezazo de Jude Bellingham hizo que todo mereciera la pena para los aficionados ingleses. Una victoria en el primer partido de su equipo en la Eurocopa 2024, contra Serbia, les mantuvo contentos, incluso cuando una actuación poco convincente de la selección inglesa, junto con la lluvia y los largos retrasos en el viaje, amenazaron con arruinarles el día. Y había otra cosa que no era del gusto de los hinchas en Gelsenkirchen: la cerveza.
Se habían puesto en marcha varias medidas para lo que las autoridades habían designado un "partido de muy alto riesgo", con especial atención al alcohol. En el estadio no se vendía la habitual cerveza pilsner de Bitburger, sino sólo variante menos fuerte de la misma marca, con un 2,8 por ciento de alcohol en lugar del 4,8 habitual.
También se limitó a los hinchas a dos cervezas por pedido, una norma exclusiva para este partido. Y se prohibió beber alcohol durante el juego en una de las plazas principales de Gelsenkirchen. "La plaza será zona de hinchas para otros partidos de la ciudad. Pero no para Inglaterra", explicó Stephan Knipp, portavoz de la Policía.
Las autoridades alemanas difícilmente podrían haber dejado más claro lo que piensan que los aficionados ingleses: en concreto, que tienen un problema con el alcohol. "Creo que es un partido de muy alto riesgo", declaró el inspector jefe de la Policía de Gelsenkirchen, Christof Burghardt, a la cadena británica Sky News, antes del partido. "Los ingleses, con mucho alcohol, a veces son muy agresivos".
Reputación duradera
Para Thomas Concannon, de la Asociación de Aficionados al Fútbol, que defiende a los seguidores de los equipos ingleses y galeses, las medidas reflejaban una percepción injusta de los aficionados ingleses. "Esto no parece necesario para este partido. No sabemos de dónde viene la evidencia para decir por qué es de alto riesgo", declaró a DW. "Simplemente, parece como si fuera esa vieja reputación de los aficionados ingleses".
Es innegable que Inglaterra tuvo un problema crónico de vandalismo entre sus hooligans en la década de 1980, que culminó con la prohibición de los clubes ingleses de participar en competiciones europeas durante cinco temporadas tras el desastre del estadio de Heysel, en Bruselas, en el que murieron 39 personas.
Luego, en la Eurocopa 2000, Inglaterra estuvo a punto de ser expulsada del torneo debido a los enfrentamientos entre hinchas en Bélgica. Pero Concannon subraya que los hinchas ingleses habrían superado aquellos tiempos violentos. "La reputación de los aficionados ingleses en el extranjero es fantástica desde hace años. Fuimos los mejores aficionados del torneo la última vez que vinimos a Alemania, y jugamos en Gelsenkirchen en 2006", afirmó.
La Policía no quiso correr riesgos
Sin embargo, las preocupaciones no han surgido de la nada. Los problemas de comportamiento de hinchas borrachos han sido una característica de los últimos torneos de la Eurocopa. En 2016 hubo problemas antes del partido inaugural de Inglaterra en Marsella, y de nuevo durante el partido contra Rusia. Agresores locales y hooligans rusos fueron presuntamente los causantes de muchos de los enfrentamientos, pero los hinchas ingleses pueden haber sido también responsables, al menos en parte.
Y antes de la última final de la Eurocopa de 2021, las escenas de caos en el exterior de Wembley, donde aficionados sin entrada intentaron asaltar el estadio, fueron lo suficientemente impactantes como para que se realizara un documental sobre el suceso.
Concannon dijo que entendía por qué una ciudad con una población de poco más de 250.000 habitantes tenía sus dudas sobre la posibilidad de acoger a un gran número de seguidores de Inglaterra. "Es una ciudad pequeña, y los aficionados ingleses podrían llegar por decenas de miles. Se puede entender que tuvieran un elemento de precaución", afirmó.
Al final, hubo un número limitado de arrestos el domingo y ninguno entre los fanáticos de Inglaterra. Eso, pese a que en el resto de la ciudad, antes del partido, sí se podía adquirir la habitual cerveza fuerte. Y a que, como advertía un aficionado suizo, ya a la entrada del estadio y vestido con una camiseta de Inglaterra, los hinchas suelen hallar el modo de sortear estas medidas: "Sencillamente, tendremos que beber el doble".
(gg/rml)