La compañía Oettinger rompe con todas las normas del ramo. Günther Kollmar, jefe de la cervecería, no hace publicidad, no patrocina establecimientos de gastronomía y distribuye su propia cerveza. Esta estrategia le ayuda a reducir costos. Así ha logrado, con ayuda de su familia, transformar una pequeña fábrica local bávara en la marca de cerveza más vendida en Alemania.