Castro y Medvédev relanzan la cooperación bilateral
28 de noviembre de 2008
El encuentro no estaba previsto en la agenda del presidente ruso, Dmitri Medvédev, que concluyó en La Habana un recorrido de una semana en América Latina en la que estrechó la cooperación militar y comercial con la región. Castro recibió a Medvédev en el lugar en donde se encuentra desde hace más de dos años convaleciente de una enfermedad que lo llevó a renunciar a la presidencia cubana.
“El encuentro duró más de una hora y las conversaciones giraron en torno a la futura cooperación ruso-cubana, así como la situación internacional”, afirmó la portavoz de Medvedev, Natalia Timakova, a medios de prensa rusos. Es el segundo encuentro de alto nivel en el que participa el ex mandatario cubano, de 82 años, en el transcurso de poco más de una semana. Hace diez días recibió al presidente chino, Hu Jintao, quien dijo haberlo visto recuperado y con energía.
“Una visita magnífica”
Castro no ha sido visto en público desde que cayera enfermo a finales de julio del 2006 y anunciara su dimisión y la transmisión de poderes a su hermano Raúl. El encuentro entre Fidel y Medvédev lo anunció el mismo Raúl esta mañana, cuando acompañaba al presidente ruso al Mausoleo del Soldado Internacionalista Soviético, en las afueras de la Habana, en donde Medvédev depositó una ofrenda floral.
Raúl Castro calificó la visita oficial de menos de 24 horas de Medvédev a Cuba como magnífica y dijo que tras la ceremonia –en el Mausoleo- ambos irían a ver a Fidel. Medvedev llegó a Cuba en la tarde del jueves proveniente de Caracas, Venezuela, después de haber visitado Brasil y Perú. Durante la gira latinoamericana el jefe del Kremlin selló varios acuerdos comerciales y militares que han provocado un cierto recelo en Estados Unidos.
Disolución de la URSS
Rusia se distanció de Cuba a partir de la disolución de la Unión Soviética siendo Mijail Gorbachov el último mandatario de la URSS que viajó a la Habana en 1989. Boris Yeltsin prácticamente dio la espalda a Cuba. El intercambio comercial entre ambas naciones que llegó a cifrarse en 8.000 millones de dólares anuales, equivalente a un 80% del total del país, colapsó de la noche a la mañana dando paso al llamado “período especial”, una crisis de la que Cuba todavía no se ha recuperado.
Con el presidente Vladimir Putin, que priorizó a Washington en la política exterior rusa, Cuba recibió otro balde de agua fría. Putin decidió de manera unilateral el desmantelamiento de la base de espionaje radio-electrónico de Lourdes. La renuncia al último recurso de espionaje ruso para complacer a Washington provocó la ira de Fidel Castro cayendo las relaciones ruso-cubanas a al punto más gélido.
Ahora el juego de ajedrez vuelve a cambiar a raíz de los planes de Washington de instalar un escudo anti-misiles en el este de Europa, lo que ha provocado un lenguaje de confrontación entre Moscú y Washington. Las turbulencias financieras han acabado de convencer a Moscú en la necesidad de buscar aliados en un mundo que tiende a convertirse en multipolar. Moscú quiere reforzar la cooperación con un socio estratégico en la región como es Cuba. Medvédev reiteró el jueves en La Habana que su avance en América Latina no está dirigido contra terceros países, aludiendo a los recelos estadounidenses. Medios alemanes se hacen eco del interés de Rusia en participar en la perforación de pozos petroleros en aguas territoriales cubanas en el Golfo de México.
Medvédev aclaró que la cooperación ruso-cubana se hará según las leyes internacionales. "Se podría decir que hemos regresado a América Latina”, dijo Medvédev a periodistas la noche del jueves. "Creo que deberíamos trabajar juntos en todas las áreas que unen a nuestros países en una asociación con lazos económicos, culturales, humanitarios y militares”, aseguró. Tras su agenda oficial en La Habana, el mandatario ruso disfrutó unas horas en el balneario cubano de Varadero, antes de volver a Moscú.