Capitán del "Costa Concordia" podría estar preso 20 años
15 de abril de 2013
Luciendo un vistoso bronceado y guardando sepulcral silencio, Francesco Schettino llegó hasta los tribunales de Grosseto, en la Toscana, en el inicio de las vistas previas del juicio al que será sometido el capitán del crucero “Costa Concordia”, que en enero de 2012 encalló y volcó, dejando 32 muertos y 64 heridos.
Schettino alcanzó un infame reconocimiento mundial tras sus confusas explicaciones luego del accidente que terminó con su crucero ladeado cerca de la costa, en Italia. Ahora los jueces deben decidir si lo imputan junto a otras cinco personas por cargos dde homicidio involuntario, lesiones corporales, avería y abandono del barco. Schettino podría ser condenado hasta a 20 años de prisión.
El proceso podría extenderse bastante, pues están fijadas vistas previas hasta julio. Recién tras eso, los magistrados estarán en condiciones de tomar una decisión acerca del futuro de Schettino, dos oficiales, el timonel indonesio, el director de crisis del "Costa" y el gestor del hotel del barco, que se accidentó el 13 de enero de 2012 tras chocar contra una roca. Cuatro mil 200 personas iban a bordo.
Accidente laboral
Schettino niega ser responsable del accidente. "Esto fue un accidente en el trabajo. Uno no puede criminalizar a un hombre porque tuvo un accidente mientras estaba trabajando", dijo Francesco Pepe, abogado de Schettino, a periodistas durante una interrupción en la audiencia. Al capitán se le acusa de llevar el barco demasiado cerca de la costa y abandonarlo antes de que se pudieran salvar los pasajeros.
La isla de Giglio exige 80 millones de euros por los daños causados al municipio por el accidente de un barco que sigue ahí, frente a la costa de la localidad. Un abogado representante de las víctimas anunció que exigirá 500.000 euros de indemnización por cada afectado. Sin embargo, muchas víctimas ya aceptaron una oferta de la naviera de unos 11.000 euros.
Contra la empresa matriz no habrá proceso, ya que la semana pasada llegó a un acuerdo con el tribunal en el que reconocía su corresponsabilidad en el accidente, al tiempo que evitaba un posible juicio. A cambio pagará una multa de un millón de euros en concepto de negligencia de sus trabajadores. Además, la compañía se presentó como acusación particular exigiendo una indemnización por la pérdida del barco, cuyo valor superaba los 500 millones de euros.
DZC (dpa, Reuters, Europa Press)