Caos vial en Sao Paulo: ¿cuál es la solución?
30 de agosto de 2012La ciudad de São Paulo sufre un gran caos vial: hay días en que los embotellamientos son de hasta 300 kilómetros. Además, el transporte público no está muy desarrollado. El físico y experto alemán en tráfico Michael Schreckenberg, de la universidad Diusburg-Essen, viajó a São Paulo para hacerse una idea de los problemas y retos que enfrenta esa gran ciudad.
DW: ¿Cuál fue su impresión de São Paulo?
Michael Schreckenberg: São Paulo es la sexta ciudad más grande del mundo, pero su sistema de transporte no hace uso de los trenes. Solo hay un pequeño tramo para el tranvía y una pequeña red de subterráneo. Debido al crecimiento económico de los últimos años, cada vez más personas se compran un coche, por eso el sistema vial existente ya no puede asimilar a todos los vehículos.
Generalmente, los autobuses tienen un carril propio que también pueden usar los taxis. Ese carril hace falta para el resto del tráfico. Las calles están en muy mal estado; en muchos casos ni siquiera se puede alcanzar la velocidad máxima permitida. Me impresionó sobre todo el transporte en motocicletas, que no se atienen a ninguna regla. Cuando hay embotellamientos, éstas pasan volando entre los coches a una velocidad de 50 kilómetros por hora.
¿Cuáles son las razones de estos problemas masivos?
Alrededor de 20 millones de personas viven en el área de São Paulo. Siete millones de vehículos están matriculados, y cada día se suman 800 más. No existe algo como el TÜV (asociaciones de inspección técnicas alemanas). Solo se controla la emisión de contaminantes, y eso únicamente a partir de la documentación del vehículo. No se miden los valores reales.
En las calles principales de tránsito no hay arcén, por eso, los automóviles que quedan detenidos debido a un desperfecto producen embotellamientos. La red vial ha crecido sin planeamiento. Por ejemplo, hacen falta autopistas. Tardé dos horas para llegar de Sao Paulo al aeropuerto, que estaba a 50 kilómetros de distancia.
¿El peaje ayudaría a disminuir el tráfico en el centro?
No creo que el peaje funcione en São Paulo, porque en Brasil los propietarios de automóviles de por sí ya cargan con altos costos. Al precio de un vehículo se le aumenta un 40 por ciento de impuestos, y a coches importados de Europa incluso un 35 por ciento más. Creo que el peaje provocaría fuertes protestas.
Ahora se pretende ampliar una reglamentación del año 1997: un determinado día de la semana, los coches con placas que terminan en las cifras uno y dos no circulan. Al día siguiente, las cifras tres y cuatro, y así sucesivamente. En aquel entonces, el tráfico se redujo en una quinta parte. Pero ahora, diez años más tarde, la gran cantidad de vehículos nuevos anuló ese efecto.
¿Cuáles podrían ser las soluciones a largo plazo?
A corto plazo, se debería solucionar el problema de las motocicletas. Yo optaría por hacer un carril solo para motociclistas. Además, se tendría que introducir una supervisión técnica al estilo del TÜV alemán.
A mediano y largo plazo habrá que construir un transporte público en rieles, y para motivar a la gente éste tendría que ofrecer más comodidades. El coche es un símbolo de estatus, no será fácil incentivar a la gente a usar el tren o el autobús.
¿Qué nos depara el tráfico durante el Mundial de Fútbol en 2014?
El juego de apertura tendrá lugar en São Paulo y por supuesto se espera que llegue una gran cantidad de personas. Pero esa afluencia se podrá controlar. Eso no tiene nada que ver con el problema de fondo.
Autor: Alexandre Schlosser/ VC
Editora: Cristina Papaleo