Cantará Plácido Domingo en la reinauguración del Teatro Bolshoi
26 de octubre de 2011Se abre el telón para el mundialmente famoso teatro Bolshoi. Después de seis años de renovación integral, el viernes su histórica ópera y ballet volverán a subir al escenario de este emblema de Moscú. Salvado del derrumbe y despojado de la simbología soviética y demás pecados arquitectónicos, estrellas como Plácido Domingo y Angela Gheorghiu le devolverán ahora el antiguo esplendor de los tiempos de los zares. La pompa, el brillo y el ambiente de fiesta en uno de los teatros más grandes y hermosos del mundo hacen que se olviden las chapuzas, la corrupción y los pulsos por el poder de los últimos años. Debido a estos problemas, la reapertura fue retrasada una y otra vez. Ahora, con tres años de demora, el corazón cultural de Rusia vuelve a latir. Según fuentes oficiales, los costes de la recuperación del Bolshoi se sitúan en unos 500.000 euros (680.000 dólares); según los no oficiales, en miles de millones. "Incluso los expertos en cultura de la Unesco han calificado de sobresaliente el trabajo de remodelación", subraya orgulloso el intendente Anatoli Iksanov durante una visita guiada. Las ocho colosales columnas y el dios de las artes, Apolo, anuncian la grandeza del Bolshoi, que precisamente significa "grande" en ruso. Tras el cierre del histórico teatro en 2005, el ballet de Bolshoi ha mantenido su tradición sobre el escenario de un edificio cercano construido en 2003, además de varias actuaciones internacionales. Ahora, el histórico edificio ha recuperado su estado original, con los palcos de los zares y el águila bicéfala rusa. Los símbolos soviéticos de la hoz y el martillo han sido borrados. Según el director Dmitri Cherniakov, la gala de inauguración rendirá homenaje al arte ruso: todo un "reto para Domingo y otros invitados, que nuncan cantan en ruso", afirma. El Bolshoi, con sus más de 2.000 contratados, cubrirá todo el espectáculo: desde las piezas orquestales y operísticas al ballet. Los tickets para la histórica gala se esfumaron hace semanas. Una entrada puede llegar a costar hasta 10.000 rublos (unos 250 euros/ 350 dólares), dependiendo de la oferta y la demanda. "Así luchamos contra los especuladores", explica Iksanov. Y con ello se refiere a la mafia de los tickets, que acapara la compra de entradas y después las revende a precios mucho más elevados. DPA