Campaña en contra de la trata de mujeres
7 de marzo de 2006Bajo el patrocinio de la Federación Alemana de Fútbol (DFB) se inició hoy una campaña en contra de la trata de mujeres y la prostitución forzada. "Silbato final - que se acabe la prostitución forzada" reza el lema de la campaña en la que varias organizaciones no gubernamentales, entre ellas Amnistía Internacional y el Consejo Alemán para la Mujer, aúnan esfuerzos para crear conciencia entre la población del probable abuso de mujeres y niñas que tendrá lugar en el contexto del Mundial de Fútbol Alemania 2006 ante los ojos de todo el mundo.
Con camisetas, pegatinas y carteles informativos se pretende sensibilizar a la población, sobre todo masculina. La directora del Consejo de la Mujer, Brunhilde Raiser, exige además medidas más efectivas en contra de este sistema esclavista.
Apoyo tardío
"En un principio subestimamos el alcance de lo que estaba ocurriendo", declara Theo Zwanziger, presidente del DFB explicando el tardío apoyo de la federación. A su disculpa pública, agregó: "Cada mujer joven que es obligada a prostituirse es ya demasiado". El asunto, sin embargo, rebasa la población femenina: la Organización Internacional del Trabajo calcula que son 2,4 millones las mujeres, hombres y niños los que son obligados a prostituirse anualmente.
Terreno abonado para la criminalidad
Los eventos internacionales como el Mundial de Fútbol son terreno abonado para las acciones criminales. Así, desde hace algunos meses en la prensa se maneja el dato de que 40.000 prostitutas forzadas adicionales entrarían a Alemania por el gran evento deportivo internacional. Aunque la Asociación Alemana de Criminólogos considera la cifra poco seria, sí está consciente de la urgencia de medidas concretas como el establecimiento de oficinas de asesoría y protección a las víctimas
Sexo y Mundial 2006
Si bien más vale tarde que nunca, la Federación Alemana de Fútbol ha tardado demasiado en lanzar su campaña. Para ello ha sido necesaria mucha presión de organizaciones internacionales como UNICEF y Amnistía Internacional. . En enero de 2006, el Parlamento Europeo presentó un informe en el que se exhortaba sobre todo a las autoridades alemanas a tomar cartas en el asunto. En torno a los estadios de las grandes ciudades alemanas se han establecido zonas en donde se puede ejercer la profesión, legal en el país desde el 2002, de la prostitución.
La concesión de visas con este propósito fue otra de las medidas adoptadas con el fin de aportar a la transparencia de un negocio que se nutre de la clandestinidad. Sin embargo, el elevado porcentaje de extranjeras en el ramo de los servicios sexuales en Alemania hace fácil la sospecha de la trata de mujeres.
¿Dónde acaba el Mundo en casa de amigos?
Según información de la Policía de lo Criminal, la trata de mujeres es un mercado floreciente, pues entre los 35.000 y los 100.000 euros se embolsa anualmente un tratante por cada trabajadora del sexo. Y, a pesar de su dimensión claramente criminal, sólo un pequeño porcentaje se descubre y penaliza por lo delicado del asunto y las dificultades que existen para que los testigos o las víctimas mismas puedan declarar.
"El lema del Mundial 2006, El mundo en casa de amigos, debe regir no sólo en los estadios, sino en el entorno de éstos", recalcó Zwanziger aludiendo a la gran responsabilidad que tienen las autoridades alemanas en cuanto a la protección de las posibles víctimas. Por su parte, la presidenta de las Mujeres de la Federación Deportiva Alemana, Ilse Ridder-Melchers, agradeció el apoyo de la directiva del DFB y enfatizó: "Esas mujeres necesitan de nuestra ayuda y, en situaciones precarias, incluso un permiso de residencia. Sólo así podemos incrementar la disposición de las víctimas a atestiguar en contra de los tratantes y hacerlos rendir cuentas".