Cambio climático: bandera de lucha electoral en Alemania
22 de septiembre de 2021Alemania cumplió el año pasado una meta importante: reducir hasta 2020 las emisiones de gases nocivos para el clima en un 40 por ciento con respecto a 1990. Pero el gobierno no se atrevió a celebrar. El objetivo se logró solo debido a la semiparalización que impuso la pandemia del coronavirus.
Tras una demanda presentada por ambientalistas, el Tribunal Constitucional alemán emitió un fallo crucial el 29 de abril de este año: determinó que la ley para la protección climática, que el Gobierno alemán había aprobado en 2019, no será suficiente para alcanzar las metas del Acuerdo de París de 2015. Este contempla limitar el calentamiento global a 2 o, en lo posible, 1,5 grados.
Una bofetada para la coalición gobernante, que tuvo que enmendar rápidamente la normativa. ¿Qué dicen ahora los programas electorales de los partidos en cuanto a la lucha contra el cambio climático? Muchas cosas. Pero, en síntesis, con ninguno de esos programas se logrará cumplir efectivamente la meta de París, según un estudio del Instituto Alemán de Investigación Económica (DIW). Este indica que "las diferencias entre los partidos son claras. No obstante, ninguno de los programas contiene conceptos concluyentes para alcanzar plenamente los objetivos establecidos para 2030 en la nueva ley de protección del clima”. Hasta esa fecha, Alemania se propone reducir en un 65 por ciento los gases de efecto invernadero, en comparación con las emisiones de 1990.
Unión Demócrata Cristiana y Unión Social Cristiana (CDU/CSU)
La Unión Cristianodemócrata (CDU) y su rama bávara, la Unión Cristianosocial (CSU), quieren incrementar fuertemente el uso de las energías renovables. Entre otras cosas, mediante programas más sencillos para instalar planchas fotovoltaicas en los tejados. En el ámbito industrial, la unión conservadora apuesta por el hidrógeno producido de manera neutral en carbono, que habría de reemplazar al carbón. Sin embargo, muchos expertos aún discuten sobre cómo lograrlo en la práctica.
Los cristianodemócratas se atienen, por lo pronto, al plan de abandonar el carbón hasta 2038, fecha que muchos ambientalistas consideran demasiado tardía.
Partido Socialdemócrata (SPD)
También el SPD mantiene ese plazo para dejar atrás el carbón, aunque su candidato a canciller, Olaf Scholz, dijo en un programa de TV que podría pensarse en adelantarlo para 2034. El partido aspira a que toda la energía eléctrica provenga en Alemania de fuentes renovables hasta 2040. Eso habría de lograrse, entre otras cosas, instalando paneles solares en todos los techos que sean adecuados para eso. Los socialdemócratas también depositan su confianza en el hidrógeno, pero este tendría que producirse con energías renovables, para no perjudicar el clima. Plantean, además, que viajar en tren debe ser más conveniente que volar, y proponen fomentar los autos eléctricos y la infraestructura necesaria. Además, abogan por establecer un límite de velocidad de 130 kilómetros por hora en todas las autopistas de Alemania.
Los Verdes
Para Los Verdes, la lucha contra el cambio climático es central. Y eso se nota en su programa. Durante la campaña electoral, el partido planteó la creación de un ministerio para la protección climática, que tuviera derecho a vetar leyes que contravengan el Acuerdo de París.
Hasta 2030, Los Verdes quieren reducir en un 70 por ciento las emisiones de gases dañinos para el clima y dejar de utilizar el carbón. También aspiran a que hasta ese año se vuelvan innecesarios lo vuelos cortos, gracias a un mejor servicio ferroviario. Prevén, en consecuencia, invertir unos 100.000 millones de euros en la red de ferrocarriles hasta 2035. Y, ciertamente, apuestan también fomentar con vigor las energías renovables.
Partido Demócrata Liberal (FDP)
Para los liberales, la clave de la lucha contra el cambio climático es un instrumento de la economía de mercado: la transacción de emisiones. En el sistema de la Unión Europea, cerca de 11.000 empresas del sector energético, grandes plantas industriales y líneas aéreas, compran y venden derechos de contaminar. Quien opera en forma más cuidadosa con el medio ambiente, gana dinero. Quien no lo hace, debe pagar.
El FDP quiere ampliar ese sistema a todos los sectores. Los liberales rechazan limitaciones de movilidad y velocidad. Su programa no menciona explícitamente la meta de lograr la neutralidad climática hasta 2045.
La Izquierda
Las metas más ambiciosas, en el papel, figuran en el programa de La Izquierda. El partido quiere que Alemania sea neutral en carbono hasta 2030, y que hasta 2035 se reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero en un 80 por ciento.
El partido no considera que la transacción de emisiones contaminantes sea un buen instrumento para combatir el cambio climático y apuesta por claras reglas para el sector económico. La izquierda propone estatizar los grandes consorcios energéticos, pero ningún otro partido democrático comparte esa idea.
Alternativa para Alemania (AfD)
El partido populista de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) no cree que el cambio climático sea provocado por la actividad humana y la emisión de gases. En consecuencia, no se suma a la lucha contra el calentamiento global. La AfD quiere seguir utilizando el carbón para generar energía y demanda que Alemania abandone el Acuerdo de París. El partido sostiene que hay que adaptarse al cambio climático "absolutamente natural”, sobre todo mejorando la prevención de catástrofes.
(er/cp)