Cambio climático amenaza miles de vidas en Europa
9 de enero de 2007Espeluznantes son las proyecciones que ofrece un estudio de la Comisión de la Unión Europea: un aumento de 2,2 grados en la temperatura hasta el año 2071, en comparación con las de 1990, podría hacer que 36 mil personas más mueran debido a las previsibles olas de frío o de calor. Si los termómetros subieran 3 grados, la cifra de víctimas fatales podría incrementarse incluso en 86.000.
Se ahonda la brecha norte-sur
El estudio de la Comisión Europea forma parte de un paquete de estrategias para una política energética y climática común para la UE, cuya publicación está prevista para este miércoles. La agencia de noticias alemana DPA adelanta algunos de sus aspectos, que por cierto no deberían dejar indiferentes a los gobiernos, por las drásticas consecuencias que implican para Europa.
Por ejemplo, se auguran catástrofes de sequía en el sur del Viejo Continente, mientras en el norte el clima se volvería más cálido. De ello se derivarían serios desajustes económicos, que perjudicarían principalmente a los países del sur. Por un lado, el turismo del área del mediterráneo se vería seriamente afectado, ya que los objetivos turísticos se concentrarían en las costas del Mar del Norte. Por otra parte, las cosechas aumentarían hasta en un 70% en el norte, al tiempo que se reducirían en más de un 20% en el sur.
Mosaico inquietante
El inquietante panorama que traza el documento de la UE no hace más que confirmar escenarios catastróficos ya largamente anunciados por diversos científicos. Por ejemplo, este mismo martes se presentó una investigación de meteorólogos de la universidad de Atenas y del observatorio astronómico de esa capital, según la cual entre 2070 y 2100 los días de calores extremos en Grecia serán 10 veces más frecuentes que en los últimos 30 años del siglo XX.
También en el Mar del Norte se registran alarmantes signos del cambio climático. Según la Oficina de Hidrografía y Navegación Marítima (BHS), el calentamiento es ya irrefrenable en la región. De hecho, las temperaturas han aumentado continuamente durante los últimos años en la zona, lo cual no sólo afecta a la fauna marina sino que hace temer catástrofes naturales, como inundaciones extremas. Son todas piezas de un mosaico que ya cobra forma de amenaza evidente.